Diego Poggi (36), periodista y locutor, comenzó su carrera con tan solo 13 años. Pionero de los streamings, fue armando su comunidad en Twitter donde trasmitía en vivo durante horas y sus seguidores lo apoyaban. Proveniente de un familia alejada de los medios y sin ningún contacto, la red social fue también su puerta para hacerse ver y desarrollar su carrera profesional en distintos medios importantes.
– ¿Cómo empezaste a trabajar?
– Empecé a los 13 en Radio Panda, una radio de chicos. Un día que fui a buscar un premio insistí para quedarme trabajando y me quedé.
– ¿Tus papás qué opinaban?
– Mis papas tenían profesiones muy distintas y no entendían nada lo que quería hacer, pero siempre me bancaron y me llevaron a todos lados.
– ¿En algún momento te dio miedo la inestabilidad económica de estos trabajos?
– No, nunca me dio miedo la plata. Se que de alguna forma voy a conseguir algo. Hoy esta medio complicado porque hay que tener uno o dos trabajos aparte para asegurarse que esté todo bien, pero no me da miedo.
– Sos medio un bicho de tecnología vos también…
– Sí, yo estoy ahora acá pero estoy mirando las cámaras, los equipos, las luces. Me pasó que me decían muchas veces que lo que yo quería no se podía hacer, entonces empecé a hacerlo yo porque sabía que sí se podía. Yo no tengo un mango pero tengo todos mis equipos, tengo mi estudio y estoy feliz.
– ¿Ya mirabas Gran Hermano o te sorprendió un poco ahora le fenómeno y por laburo lo empezaste a ver?
– Siempre me llamó la atención y me gustó Gran Hermano, me parece un formato increíble. Ya estuve el años pasado con Juariu en una gran apuesta del canal que fue empezar a hacer streaming.
– ¿Cómo te llevas con la parte de las redes del hate?
– Mirá, cuando estas en un noticiero y hablando de política te ponen de un lado o del otro. Yo me di cuenta que me encantaba pero me hacía mal. Cuando me fui de TN fue entre otras cosas porque me afectaba, quería elegir si escuchaba malas noticias o no. El día que mandé el mail para irme, le mande por Twitter un mensaje al director de Paramount en Argentina para tener un reunión, a las semanas la tuvimos y así se dio mi paso a Telefe.
– ¿Te enganchas con lo que te dicen en redes?
– Cuando estaba en el canal de noticias yo era más bardero, pero ahora ya no me engancho tanto. Hace poco se empezó a hablar de los artistas que opinan y de que no opinan. Uno no está obligado porque te sigue un montón de gente. Está bien que que a veces uno es la voz de muchas otras personas, pero también es mucha responsabilidad y siempre a alguien le va a caer mal los que vos opines, es lógico. Si la gente se enoja porque estás del lado de furia, del otro, de este, ¿por qué no va a pasar lo mismo con la política? Somos muy fanáticos de todo acá y está la grieta es una estupidez absoluta. Con toda esa energía exijámosle a la gente que le tenemos que exigir, a los políticos, a la gente que es responsable de nuestro día a día. Un artista que sea artista, que aporte a la cultura de su lugar. Hay algunos que quieren dar un mensaje, otros no y no están obligados.
– Y también está el riesgo ahí de la cancelación siempre…
– Sí, me parece tremendo lo de la cancelación. Aparte me causa gracia porque pienso, los que te cancelan ¿Quiénes son para cancelarte? ¿No se mandan ninguna en su vida? ¿Nunca tuvieron un comentario malo? Pero bueno, son las reglas del juego, son las redes sociales.
– ¿Tenés fe en que cambien las cosas en el país?
– Y… tengamos. Siento que tenemos alto país con alta gente y tengo la esperanza de que en algún momento estemos bien, pero cuesta mucho. De mi grupo de amigos que estamos entre los 36 y los 37 ninguno tenemos casa. Mi viejo tiene 70 y pico, laburo toda su vida y tiene que seguir laburando. Mi hermano tiene 29, se quiere mudar solo y le cuesta un montón. Estamos todos en la misma, esta todo re complicado.
LA NACION