El Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo (MTPE), por medio de sus redes sociales, ha exhortado a los trabajos a adoptar medidas flexibles este jueves 6 de febrero, fecha en la que está previsto un paro convocado por un sector de transportistas. Según el comunicado oficial, esta situación excepcional podría representar serias dificultades para que los trabajadores lleguen a sus centros laborales. En respuesta, se han propuesto varias alternativas con el fin de resguardar la integridad de los empleados y evitar conflictos derivados de las demoras.
“El MTPE insta a priorizar el teletrabajo como una medida preventiva de acuerdo con el artículo 17 de la Ley N° 31572″, informó el ministerio en un comunicado. Asimismo, para quienes no puedan trabajar remotamente, se establece una tolerancia de hasta dos horas en su hora de ingreso. El tiempo perdido deberá ser compensado posteriormente, pero no podrá considerarse una tardanza injustificada.
El contexto detrás de este paro remite a una preocupante situación de inseguridad y criminalidad en el país. De acuerdo con declaraciones de Julio Campos, vicepresidente de la Alianza Nacional de Transportistas (Anitra), el panorama es alarmante: “En el año pasado se registraron más de 2.140 asesinatos, lo que resalta la necesidad urgente de una intervención gubernamental”, expresó Campos, según palabras recogidas en medios locales. En esa línea, los transportistas buscan exigir medidas concretas por parte del Estado frente al aumento de robos, extorsiones y violencia que afectan directamente la actividad del gremio transportista.
El paro anunciado ha generado incertidumbre tanto en el sector empresarial como educativo. Mientras algunas empresas han optado por implementar el teletrabajo, otras mantienen sus actividades presenciales a pesar de las posibles complicaciones que ello podría generar. Por otro lado, los centros de estudios enfrentan problemas logísticos similares, sin un consenso claro sobre cómo manejar el impacto de la huelga en sus actividades diarias. La flexibilidad en todos los niveles parece ser una recomendación constante.
La respuesta del ministerio, publicada bajo el lema “Ponle Punche Perú”, también incluye directrices específicas para las empresas. Por ejemplo, en los casos donde las demoras sean inevitables, se insta a los permisos a garantizar el ingreso de los trabajadores sin que ello dé lugar a sanciones disciplinarias. “El tiempo de demora estará sujeto a compensación posterior, según lo que acuerden las partes”, reafirmó el comunicado oficial del ministerio. Además, se recuerda que en caso de falta de consenso, la decisión recaerá exclusivamente en el empleador.
La protesta liderada por Anitra refleja problemas más amplios fuera del ámbito laboral. Según informes, gran parte de los transportistas aseguran sentirse abandonados frente al alza del crimen. Frente a esto, las expectativas de diálogo entre el gremio y las autoridades parecen ser mínimas, al menos durante el desarrollo de la paralización. Como señala Campos: “Este paro es un llamado atención de al gobierno para establecer estrategias reales contra la inseguridad”, una declaración que denota el sentimiento de urgencia dentro del gremio transportista.
En cuanto a la ciudadanía, la acción sindical no solo genera inquietud respecto a los servicios de transporte público, sino la posibilidad de incrementos en las tarifas como consecuencia del paro y de futuros enfrentamientos en el ámbito de precios. Por ahora, las empresas concesionarias optarán por evaluar los efectos de la huelga antes de emitir nuevos comunicados sobre su operatividad.
Ante este panorama de incertidumbre, tanto trabajadores como empresas deberán proceder con cautela para garantizar no solo el cumplimiento de sus actividades, sino también la seguridad de los involucrados. Queda por ver si estas medidas del MTPE logran mitigar los efectos adversos previstos para el día del paro.