Las enfermedades oculares como la Degeneración Macular Asociada a la Edad (DMAE) y el Edema Macular Diabético (EMD) afectan a millones de personas en todo el mundo, con consecuencias directas sobre la calidad de vida de quienes las padecen. Aunque estas patologías no llevan a la ceguera total, sí deterioran funciones visuales clave, como la capacidad de leer o ver detalles finos. Ante este escenario, el reciente lanzamiento del laboratorio Bayer representa un importante avance para quienes conviven con estas afecciones. Se trata del Aflibercept en su nueva concentración de 8 mg.
El Doctor Arturo Alezzandrini, Presidente de la Sociedad Argentina de Retina y Vítreo, explica la relevancia de esta innovación: “La retina, que es la parte del ojo encargada de transmitir las imágenes al cerebro, tiene una zona central llamada mácula. Cuando esta área se enferma, hablamos de una maculopatía, lo que provoca que el paciente pierda funciones visuales importantes, como leer o distinguir detalles pequeños”.
El Dr. Alezzandrini señala que, si bien los pacientes con estas enfermedades no pierden la vista por completo, sí ven afectada su capacidad para realizar tareas cotidianas. “En el caso de las personas mayores o diabéticas, que además pueden tener otras complicaciones de salud, la frecuencia de las consultas médicas y tratamientos puede ser una carga. Es ahí donde Aflibercept 8 mg marca una diferencia sustancial”, afirma.
Este medicamento, que ya lleva más de una década siendo utilizado en su concentración de 2 mg, ahora ha sido lanzado por Bayer con una nueva fórmula que permite espaciar considerablemente las aplicaciones. “Con la concentración de 8 mg, el paciente ya no necesita concurrir a la consulta mensualmente, lo que mejora la adherencia al tratamiento y, en consecuencia, la calidad de vida”, explica el especialista.
Además, Alezzandrini destaca que este avance no solo tiene implicaciones en la salud del paciente, sino también en los costos del sistema de salud. “Con la dosis de 2 mg, los pacientes requerían entre 8 y 9 inyecciones al año. Ahora, con la nueva concentración, ese número se reduce casi a la mitad, lo que también disminuye el costo de los tratamientos”.
Las enfermedades como la DMAE y el EMD son altamente prevalentes, especialmente en personas mayores de 50 años, y su diagnóstico temprano es crucial para el éxito del tratamiento. El Dr. Alezzandrini subraya la importancia de realizar estudios como la toma de la agudeza visual y la tomografía de coherencia óptica para detectar cualquier afección en la mácula y así tratarla a tiempo.
“Estamos frente a un tratamiento que no solo mejora los resultados clínicos, sino que también impacta positivamente en la calidad de vida de los pacientes, que ahora pueden espaciar sus visitas al oftalmólogo sin comprometer la efectividad del tratamiento”, concluye el Dr. Alezzandrini.