El docente fue absuelto de los cinco casos de abuso sexual a menores de los que era acusado. Además, fue muy crítico con la fiscalía y el proceso de investigación.
Este jueves, después de tres años, Juan Trigatti, el docente de Educación Física que se encontraba imputado por el supuesto abuso sexual de cinco alumnas del Jardín del Ceferino Namuncurá, fue declarado absuelto por la Justicia santafesina.
«Fue un tiempo durísimo para nosotros, yo hablo siempre de nosotros, porque como se imaginarán, cualquiera que tiene familia, una cosa así no solo lo afecta a uno en lo particular, sino a todos. Familia, amigos, cercanos que nos conocen, nos quieren y compartieron con nosotros este sufrimiento, ´esta vida´ que hemos vivido estos tres años» aseguró en una entrevista.
«Nuestra vida quedó como suspendida. Uno todos los días se levantaba pensando en qué pasará. Es la pregunta con la que te levantás todos los días, sin tener respuestas y con la incertidumbre que existía en nuestra cabeza todo el tiempo, hasta el jueves que fue como sacarse una mochila de piedras, un peso de encima que nos oprimía el pensamiento, el corazón, toda la vida» agregó sobre lo que fueron estos tres años.
Asimismo fue muy crítico con el sistema que investigó las denuncias: «Estas denuncias se dieron por una cuestión de miedo, de temor que fue abrigado por un proceso de investigación penal totalmente deficiente».
También destacó que «acá hay una cuestión que es sumamente importante y es que en cualquier proceso de investigación se deben barajar distintas hipótesis, y acá nos dimos cuenta que se barajaba una sola que era la culpabilidad, no existía otra, y lo que demostramos en este juicio es que el proceso de investigación es totalmente deficiente y desde un primer momento fue irregular y se trataba de buscar una culpabilidad y no la realidad».
Todo empezó el 7 de octubre del 2021. Juan se enteró por el llamado de la directora, y luego acudió al gremio donde le recomendaron contratar a un abogado. Fue entonces cuando empezó a trabajar con Marcos Barceló a quien luego se le sumó Macarena Olivera. «Fuimos con Marcos a la Comisaría de la Mujer para ver si había alguna denuncia, porque nos habíamos enterado por los medios (…) y en ese momento quedé detenido. Yo estuve detenido en Rosario y quedé incomunicado y no tenía manera de vincularme ni con mi familia ni con mi abogado, y ese día a la tarde, mi esposa se entera que nuestra dirección estaba circulando por internet por distintas redes sociales» relató sobre un episodio de crueldad hacia la familia a la que le incendiaron la casa y mataron dos mascotas.
«El jueves sentí que se me iban de encima dos toneladas de piedras. Por supuesto me emocioné muchísimo y fue como un desahogo pero desde el sufrimiento y el dolor. Es indescriptible lo que a uno le sucede en ese momento porque para nosotros fue una pesadilla, una película de terror» agregó.
Sobre lo que le depara el futuro manifestó que en cierto modo es incierto, pero más aliviado. «La verdad que en lo profesional, creo que nunca más voy a poder dar clases porque el miedo no me lo va a permitir, pese a que durante más de 26 años di clases en distintos niveles».
«Lo principal es ir de a poco restituyendo nuestra vida, sobre todo familiar. Poder recuperar todo este tiempo con los afectos» concluyó.
Fuente: SFA/RU