El Trébol vs. Venado Tuerto, Coronel Suárez vs. Santa Ana, La Espadaña vs. Indios Chapaleufú, los cruces entre los primos Heguy de Chapa y Chapa II y Ellerstina vs. La Dolfina son los grandes clásicos de la historia del polo. Enfrentamientos especiales y más esperados que el resto a partir de su reiteración en instancias definitorias de los torneos de Triple Corona. Ese habitual roce –en general por la disputa del premio grande– el fervor y la expectativa generados entre el público elevaron su categoría y los convirtieron en clásicos. Cada uno marcó su época.
Pero ahora es el tiempo de dominio de otro gran equipo, La Natividad. Tanto, que ostenta 40 goles de handicap y conquistó seis de los últimos nueve campeonatos de Triple Corona: Hurlingham 2021, Palermo 2021, Tortugas 2022, Tortugas 2023, Palermo 2023 y Hurlingham 2024, logrado este sábado con un 13-12 a La Dolfina. Acumula 12 victorias seguidas entre el año pasado y éste. Y hay más: el de la familia Castagnola es el único rival que tiene a maltraer en su historia a la otra gran organización de Cañuelas, uno de los tres clubes más exitosos de la historia (comparte el podio con Coronel Suárez y Hurlingham).
¿Cómo llegó a este presente de apogeo y supremacía? Si bien la entidad debutó en la Triple Corona en 2012, fue recién en 2019 cuando tuvo continuidad y un proyecto de largo plazo. Y cinco años después de aquella resonante incursión, que revolucionó el ambiente, es ahora una escudería que parece vencible solamente por su vecina de Cañuelas.
A fines de 2010 y tras una discusión, Bartolomé Castagnola se fue de La Dolfina y armó La Natividad. Se dio el gusto de jugar un par de temporadas con su propia organización (la primera, representado a Estancia Grande) y preparó el terreno para su descendencia: Barto y Camilo. También Adolfo Cambiaso, de La Dolfina pensó en su hijo, el único varón: Poroto. Y estiró su carrera para darse el gusto de compartir con él la Triple Corona. La racha ganadora y su inclaudicable espíritu competitivo lo mantienen en un alto nivel y, cerca de cumplir cincuenta años, Cambiaso sigue en el brete. Aunque éste, el de 2024, puede ser su último baile. El desgarro en el isquiotibial derecho sufrido este sábado en la final del Abierto de Hurlingham, una percance que nunca había padecido en su trayectoria, lo obligó a dejar el campo de juego en el sexto chukker, y lo tendrá inactivo algunas semanas.
“Bien desgarrado”, comentó Cambiaso en la noche del domingo para LA NACION. “Va a llevarme un tiempo”, confirmó, sin precisión. Parece claro que se perderá algunos partidos del Abierto de Tortugas, que comenzará este sábado y se desarrollará en cuatro fines de semana (tres de partidos de zonas y la final). Si el tiempo de recuperación terminare siendo el típico de ese tipo de lesión muscular, Adolfito estaría disponible para la definición del segundo certamen de Triple Corona. Siempre que su equipo la alcanzare, por supuesto.
Dependerá de lo que haga su suplente. Este sábado tomó su lugar en Hurlingham Gonzalo Ferrari, que con 7 tantos de valorización rindió más que bien para la situación de presión y exigencia que afrontaba en una final. Adolfito está a gusto con el muchacho de Venado Tuerto y lo elegiría como su sustituto para el próximo campeonato, pero la decisión será colectiva, no solamente del líder. Más allá de eso, en todos los casos Cambiaso se cuidará, no se apurará para la reaparición: su prioridad es estar bien para el Argentino Abierto, que comenzará dentro de 25 días, el viernes 1 de diciembre.
En todo caso, sin Adolfo por un tiempo en La Dolfina, las cosas se facilitan para La Natividad, que no se lució en su mejor forma en Hurlingham, pero que ya pasó el certamen que suele ser tomado para ajuste de funcionamiento. Si no lo sorprendieron cuando estaba en pleno ajuste de sintonía, difícil que lo consigan más adelante en la temporada.
A esta altura de su trayectoria, La Natividad asombra por el poco tiempo que le tomó conquistar todo lo que obtenido. Es cierto que “importó” a dos cracks de General Rodríguez, Facundo Pieres y Pablo Mac Donough, en 2023 y eso facilitó todo. Pero lo construyó desde más abajo. Y se notó desde sus primeros enfrentamientos con el colosal La Dolfina.
El primer capítulo sucedió en la etapa de zonas de Palermo 2020 y se impusieron los cuatro fantásticos, Cambiaso, David Stirling, el propio Mac Donough y Juan Martín Nero, por 21-10, el resultado más desequilibrado del historial. En 2021 se vieron en el grupo de Hurlingham y la definición del Argentino Abierto y vencieron los verdes, frente a un adversario que se había renovado por las salidas de Nero y Mac Donough con Francisco Elizalde y Diego Cavanagh. Para 2022 se incorporó Poroto, regresó Nero y La Dolfina se hizo fuerte nuevamente. Ese año se encontraron en una semifinal de Tortugas, que ganó La Natividad por 10-9, y en la final de Palermo, que festejó La Dolfina con un 13-9. Para 2023 La Natividad, ya con Pieres y Mac Donough, triunfó en una zona de Tortugas por 15-11 y en la final del Argentino por 13-10.
Compacto de La Natividad 13 vs. La Dolfina 12, final de Hurlingham
Y este sábado, lo dicho: la primera confrontación de 80 goles entre ellos, en el desenlace de Hurlingham. No lucido en cuanto a juego, pero insuperable en lo emotivo. La victoria por 13-12 de La Natividad dejó 6-2 el breve historial, con 98 goles propios y 96 ajenos. Hoy son los mejores conjuntos del mundo, protagonistas del nuevo clásico del polo. Hoy por hoy, con La Natividad un paso delante.
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