El billete de $20.000 nace devaluado y expertos explican el valor que perdió desde que fue anunciado

A fin de mes comenzarán a circular el nuevo billete de mayor denominación, el de $20.000, pero el aspecto que sobresale es que desde que fue anunciado a inicios de enero pasado hasta la conclusión de octubre habrá perdido la mitad del poder de compra que figura su cifra, debido a que la inflación acumulada en todo el año ronda el 100%.

Por lo tanto, para equiparar el valor real del papel con la imagen de Juan Bautista Alberdi que el Gobierno informó el último 11 de enero y que recién verá la luz dentro de unas semanas, hoy se debería emitir un billete del doble de esa cifra: $40.000. 

Más allá de esta pérdida de valor por la evolución de los precios de la economía, tener un ejemplar de $20.000 representa un número que duplica a la mayor denominación actual ($10.000), por lo que será de gran ayuda para disminuir el volumen de dinero operado a diario en bancos, comercios y entre el público en general. Y, por ende, bajará los costos tanto de traslado como de almacenamiento.

A la vez, incrementará la capacidad de los cajeros automáticos para dispensar más dinero a los usuarios.

De hecho, al menos en el corto plazo, una unidad de Alberdi posibilitará adquirir productos de uso cotidiano que hasta ahora no eran cubiertos por las actuales máximas denominaciones, como un almuerzo de menú, un kilo de helado artesanal o media estadía en un estacionamiento vehicular.

Por lo pronto, comenzarán a circular a fines de octubre unos 230 millones de unidades con la cara de este prócer, que llegarán desde China.

Para tener una idea, según datos del Banco Central, ahora circulan unos 591 millones de ejemplares de los de $10.000, que son los de más valor en la actualidad. Una cantidad que representa 5,2% de la totalidad de los billetes en poder de los bancos y el público. 

Hoy un billete de $20.000 representa u$s16,7 al dólar libre, ya más cerca de las máximas denominaciones de la región, que representan un rango de entre u$s25 a u$s35. Y la más alta referencia es el propio billete de u$s100 en Estados Unidos.

El valor actualizado de las denominaciones desde su lanzamiento.

El valor actualizado de las denominaciones desde su lanzamiento.

Billete de $20.000 y las otras denominaciones

Un punto a tener en cuenta al tomar de referencia al de $20.000, es que cuando se lanzó el billete de $1.000 a fines de 2017 tenía un poder de compra, a valores actuales, de $59.000. 

«Sin llegar a alcanzar el ´poder de fuego´ que tuvo el billete de $1.000 a la fecha de su lanzamiento, ni en sus años posteriores, la puesta en circulación del billete de $20.000 mejora la capacidad adquisitiva que tuvieron sus dos antecesores de mayor denominación ($2.000 y $10.000) a la fecha de lanzamiento», afirma Andrés Méndez, director de AMF Economía.

En este sentido, aclara que la nueva cifra que saldrá a fin de mes, solo representa un tercio del poder de compra que tuvo el billete de $1.000 al ser lanzado. «Pero también más que duplica al que tuvo la unidad de $2.000 cuando fue puesta en circulación en mayo del año pasado», acota.

También el papel de Alberdi da un paso adelante frente al billete de $10.000, que comenzó a circular en mayo pasado, y en el que la mejora inicial es del 65% del poder adquisitivo.

«Naturalmente, la unidad de $20.000 también va a sufrir un progresivo deterioro de su poder adquisitivo, acorde a la dinámica del proceso inflacionario, situación que naturalmente requerirá de un billete sucesor que recupere o supere el poder adquisitivo con el que contará al momento de su lanzamiento», resume Méndez.

Al respecto, con una inflación estimada en torno al 3,5% mensual, el billete con la imagen de Alberdi también perderá poder de compra de manera consecutiva. 

«No sólo los estándares internacionales, sino también los locales, revelan que un billete de $20.000 es exiguo para las necesidades transaccionales y, en tal sentido, la actualización de los valores originales del billete de $ 1.000 lanzado en 2017, así lo atestigua», concluye Méndez.

De hecho, los rumores indican que el Banco Central ya está pensando en un billete de $50.000.

«Tanto por el deterioro inflacionario como por la propia dinámica de sincerar la utilización de billetes de mayor denominación, no debiera demorar demasiado tiempo para que una unidad superior a la que se lanza en octubre, sea utilizada por los agentes económicos», finaliza Méndez.

Otro dato a tener en cuenta es que la digitalización de los pagos está generando una menor utilización de billetes y monedas. En ese sentido, este analista detalla que en 2017 las tenencias en poder del público resultaban equivalentes a 5,3 puntos del PBI, mientras que en la actualidad bordean los 2 puntos porcentuales del PBI. Es decir, cayó más de la mitad la utilización de efectivo.

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