Cuando la limosna es grande, hasta el santo desconfía, es uno de los refranes que los hispanoparlantes más conocen y utilizan. Sin embargo, en San Pedro, localidad bonaerense situada 170 kilómetros al noroeste de la ciudad de Buenos Aires, esta máxima popular parece no hacer mella en gran parte de los vecinos que se sumaron a una “plataforma de trading” que les promete, en un mes y medio, duplicar los dólares invertidos en criptomonedas.
“Todo el mundo habla de eso acá. En realidad, lo que sabemos es que es un esquema Ponzi o una estafa piramidal, por acá la gente está muy confundida. La mayoría piensa que es una nueva forma de ganar dinero y en realidad lo que no saben es que una estafa”, resumen ante LA NACION, un vecino de San Pedro que prefirió preservar su identidad porque en la localidad hay “muchas personas que lo defienden a muerte”.
Cuando se pregunta por RainbowEx o Knight Consortium, la respuesta de los sanpedrinos es “La China”. De esta manera definen a la plataforma que llegó a revolucionar la localidad de casi 70 mil habitantes. “La plataforma paga el 1% diario en dólares. ¡Sabés cómo está la gente! Están sacando crédito, están vendiendo autos, vendiendo todo lo que pueden y metiéndola ahí”, resume el vecino que no se subió a la “fiebre trader” y, acto seguido, agrega: “Esto es sencillo, mientras todos entran no hay problema, el problema es cuando todos quieran sacar los dólares. Es lo que pasó con [Leonardo] Cositorto, más o menos”.
“Hay muchos ‘cabeza de termo’, mucha gente humilde que no conoce el tema financiero y se meten con la excusa de que van a ser millonarios. También son varios los vecinos que se volvieron administradores y que se dedican a juntar gente y por eso, se llevan una comisión. Algunos conocidos tienen más de 300 personas. Está medio San Pedro metido, todo el mundo habla de eso, todo el mundo corta sus actividades a eso de las 9 o 10 de la noche que es cuando, supuestamente, operás la compra de monedas que son todas monedas que no existen en realidad. En ese momento, es como que se paraliza todo”, se lamentó el vecino que teme que cuando el esquema se rompa haya problemas entre personas que se conocen de toda la vida.
“Es todo chamuyo, hay gente que metió mucha guita y gente humilde. El problema será el día que esto se caiga, va a ser un problema grande para el pueblo. Es como si hubiera un bingo, o un casino, más o menos lo mismo, y están todos esperanzados en ese tipo de operaciones que sabemos se van a caer en el corto plazo. Pero bueno, hay gente que no lo entiende y hay gente que lo entiende y que ha puesto una monedita, sacó lo que puso después de recuperarlo y dejó lo que había ganado y lo está timbeando. Pero hay otros que defiende a morir”.
Aunque “La China” ya era famosa hace unos meses en San Pedro, cruzó las fronteras de la tranquila localidad esta semana cuando el programador Maximiliano Firtman, a través de su cuenta en la red social X, expuso lo que estaba ocurriendo y rápidamente su posteo se volvió viral.
“Les hacen creer a todos que están comprando o vendiendo una cripto y haciendo un 1%-2% diario de ganancias. Es un APK instalado por fuera de la tienda, son todas cripto falopa inexistentes, es todo simulación, pero todos están chochos creyendo que son los Lobos de Wall Street”, resumen al final de hilo de mensajes en la red social Firtman.
Incluso el intendente local, Cecilio Salazar, dio una serie de entrevistas a medios locales y otra en Radio 10, en las que habló del fenómeno de Rainbowex en San Pedro y evitó calificarlo como un esquema de estafa piramidal. Además, dijo que no hay denuncias al respecto y que, por lo tanto, aún no había investigación judicial en curso. “Todo apunta a que esto es un verso, pero que hay gente que ha ganado mucha plata en poco tiempo”, reconoció Salazar para tratar de explicar el accionar de un gran número de habitantes de San Pedro.
“El problema va a pasar el día que esto se caiga, la gente que no lo entiende. Cuando eso pase, va a ir a buscar a los administradores y ellos van a tener que responder porque van a quedar como responsables. Cuando se caiga, el ruido va a ser importante. Va a ser importante, porque ya hay mucha gente metida y con mucha guita”, dijo a LA NACION, uno de los vecinos que observa desde la platea la situación.
Este tipo de estafa le debe su nombre Carlo Ponzi, un italiano que hace 100 años convenció a miles de personas para que invirtieran en un complejo plan con sellos de correos. El esquema Ponzi tiene a la cabeza una persona estafadora o una central que recibe el dinero de las nuevas personas inversoras y lo utiliza para pagar supuestas ganancias a las personas inversoras de etapas anteriores, en lugar de invertir o administrar el dinero como se prometió.
Al igual que los sistemas piramidales, los esquema Ponzi necesitan para sobrevivir un flujo constante de entrada de dinero. Pero, a diferencia de los piramidales, los inversores de un esquema Ponzi no suelen tener que reclutar nuevos inversores para obtener una parte de los “beneficios”.
Los esquemas Ponzi, tienden a colapsar cuando la persona o grupo estafador ya no puede atraer a nuevos inversores o cuando demasiados inversores intentan sacar su dinero al mismo tiempo, por ejemplo, durante crisis económicas.
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