Tomás Etcheverry (37° del mundo, 25 años) se despidió del Masters 1000 de Shanghai en la tercera ronda y el certamen ya no tiene singlistas argentinos en el cuadro principal. Sin embargo, el platense cerró su gira asiática con buenas sensaciones con miras a lo poco (y muy valioso) que resta de la temporada: en su caso, un puñado de torneos europeos bajo techo y, sobre todo, los cuartos de final de la Copa Davis en Málaga. En un partido de casi tres horas (2h39m), Etcheverry complicó al líder del ranking, el italiano Jannik Sinner, pero finalmente perdió por 6-7 (3-7), 6-4 y 6-2.
Acompañado en China por el entrenador Eduardo Infantino, Etcheverry llegó al duelo frente a Sinner luego de haber ganado el partido más largo de la historia del certamen: en tres horas y 43 minutos, para el éxito ante el neerlandés Botic Van de Zandschulp por 7-6 (7-5), 3-6 y 7-5. Claro que el match contra Sinner se presentaba como un desafío de mayor jerarquía: y así lo fue. De todos modos, en ese contexto sumamente espinoso, Etcheverry se mostró bien plantado durante la mayor parte del tiempo. Se adueñó del primer set obteniendo el tie-break contra un rival que, prácticamente, no tiene reveses en ese desempate (y que contó con dos puntos para llevarse el parcial, pero no los concretó).
Sinner, que atraviesa un momento agitado fuera de los courts (la Agencia Mundial Antidopaje apeló ante el TAS la decisión de exonerarlo de cualquier delito después de sus dos positivos por dopaje), no se desmoralizó y derramó una marcha más sobre el cemento chino a partir del segundo set. El número 1 del mundo aceleró, se adueñó del segundo set y ejerció una gran presión en el tercero. Así y todo, el jugador de 23 años nacido en San Candido (en la provincia italiana de Bolzano) sufrió la presión de Etcheverry: en el sexto game, con el europeo sacando 3-2, se disputaron quince puntos (¡en once minutos!), el argentino contó con tres break points pero no logró aprovecharlos. El italiano salió fortalecido de ese momento comprometido y, definitivamente, se escapó hasta el final.
“Fue un partido muy duro, física y mentalmente, así que estoy muy feliz de haber superado este duelo. Sentí que fue un set difícil el que perdí. Tuve mis oportunidades de ganar ese set, pero estas cosas pueden pasar. A veces tenés que esperar tus oportunidades, lo cual he hecho, tratando de mantener la calma mentalmente y esa fue la clave”, expresó Sinner, que se medirá en los 8vos de final de Shanghai ante Ben Shelton (EE.UU.) o Roberto Carballes Baena (España). Etcheverry, que se marchó del estadio central de Shanghai muy aplaudido por el público, todavía está inscripto en el cuadro de dobles junto con el porteño Francisco Cerúndolo (tienen programado debutar mañana ante los estadounidenses Nathaniel Lammons y Jackson Withrow). Luego de su gira por Asia, Etcheverry tiene proyectado jugar en el ATP de Amberes (Bélgica), desde el 14 de este mes.
Sinner, asimismo, se encumbra como la carta principal de Italia en su enfrentamiento de los cuartos de final de la Copa Davis ante la Argentina, en Málaga, el 21 de noviembre. Claro que para ello resta mucho (y poco a la vez) y habrá que ver si Sinner finalmente actúa en la emblemática competencia colectiva, por dos motivos: por si recibe una sanción por el doping o por si llega desgastado físicamente (el 17 de noviembre es la final del Masters, en Turín, y lógicamente hay muchas chances de que llegue a esa instancia).
Etcheverry y un adiós entre aplausos
Además de Etcheverry, en Shanghai, el penúltimo Masters 1000 de la temporada (resta París-Bercy), los singlistas argentinos que actuaron fueron Sebastián Báez, Fran Cerúndolo, Mariano Navone y Facundo Díaz Acosta. Los dos primeros salieron adelantados y cayeron en la segunda ronda. Navone y Díaz Acosta, asimismo, perdieron en la primera rueda.
LA NACION
Conforme a los criterios de