Luego de que el Banco Nación anunciara el cierre de nueve de las 14 de las sucursales que tiene La Pampa, la Mesa de Enlace provincial le envió una carta al presidente de la entidad, Daniel Tillard, para solicitarle una audiencia para rever la medida del traslado de la gerencia zonal de esa provincia a la ciudad de San Luis.
“Estando al tanto de que dicha medida tomada por la entidad que usted preside es como consecuencia de una decisión pura y exclusiva del gobierno provincial de subir la alícuota de tasa de Ingresos Brutos que afectaría a dicha gerencia en sus gastos operativos y de funcionamiento, queremos enfatizar que la gerencia zonal juega un papel fundamental en el desarrollo regional”, dijeron en la misiva.
En detalle, el gobernador Sergio Ziliotto duplicó la alícuota del impuesto sobre los Ingresos Brutos que grava a los créditos familiares y a las pequeñas y medianas empresas (pymes). Por este motivo, a mediados del mes pasado, la entidad financiera fue a la Justicia para interponer una acción declarativa de “inconstitucionalidad”, momento en el cual advirtió que se iría de la provincia. La semana pasada, avanzaron con el cierre de la gerencia zonal de ese distrito. La alícuota de Ingresos Brutos que grava la actividad financiera saltó de un mes para otro del 7% al 15,47%.
En un comunicado oficial, la entidad bancaria explicó que “el gobierno de La Pampa promulgó la Ley Provincial N°3575, en la que estableció la duplicación del impuesto a partir del 1/9/2024 sobre los créditos que desembolsa el Banco Nación en esa provincia”.
Esto llevó a que los directivos del banco dispusieran el cese de actividades en las sucursales de Bernasconi, Colonia Barón, Eduardo Castex, General Acha, Guatraché, Ingeniero Luiggi, Intendente Alvear, Winifreda y Victorica y las cinco sucursales que permanecen el territorio pampeano (Santa Rosa, General Pico, Realicó, Quemú y Macachín) pasarán a depender de la gerencia zonal de San Luis.
“La incidencia de los impuestos locales duplica el gasto en la nómina salarial del personal, lo cual termina siendo una imposición sobre la presencia territorial. Queremos dejar en claro que estos tributos no gravan al Banco Nación, sino que terminan siendo un impuesto a los créditos. Por tal motivo, resolvimos no mantener ni nuestra zonal ni las sucursales mencionadas en la provincia de La Pampa”, dijo Tillard.
En este contexto, la agrupación ruralista, conformada por la Sociedad Rural Argentina (SRA), Federación Agraria Argentina (FAA), Coninagro y la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (Carbap), describió la gran importancia que tiene la Gerencia Zonal para el sector y para la sociedad en su conjunto: “Permite una gestión descentralizada y cercana a las necesidades de cada región, permitiendo el acceso a servicios financieros y promoviendo el desarrollo económico local, a su vez el equipo que la conforma conoce la realidad económica, social, y cultural de la misma. Esto permite ofrecer soluciones financieras adaptadas a las necesidades específicas de cada zona, colaborando con autoridades provinciales, municipales y otros actores locales para implementar proyectos de desarrollo y promover el crecimiento económico regional”.
Por último, recordaron la importancia para la actividad agropecuaria de la entidad como “Banco de Fomento”, destacando incluso “la autarquía que debe tener esta importante entidad que pertenece a todos los argentinos”.
En diálogo con LA NACION, Juan Cruz Cabral, productor y director del Distrito 5 de la SRA, señaló que pese a que el incremento no afecta al campo directamente, porque las entidades bancarias no trasladan por el momento ese aumento de la tasa de servicios de Ingresos Brutos, consideraron que quedaron en medio de una disputa entre Nación y provincia que los perjudica por completo.
“En absoluto justificamos el aumento que realizó el gobernador pero esto llevó a que quedáramos como rehenes de una pelea entre Nación y provincia. El perjuicio pasa porque con los cierres muchos productores que tenían la sucursal a pocos kilómetros, ahora van a tener que hacer recorridos de ida y vuelta de más de 400 kilómetros, que les representa más tiempo y más costos. Las sucursales que cerraron estaban en zonas productivas de la provincia”, dijo.
En este sentido, sostuvo que el sector agropecuario no está de acuerdo con la manera en la que se pensó el cierre de las diferentes sucursales, porque hay zonas provinciales que quedaron desprovistas: “Como política de Estado, se debería rever no solo el traslado de la gerencia zonal a San Luis, sino una distribución estratégica para el cierre de las sucursales. Es no conocer la realidad del interior. Por eso hay que ver la forma de que, si hay un reacomodamiento, no se pierda la función social importante que tiene el Banco Nación”, dijo Cabral.
En esa línea, FAA también emitió un comunicado al respecto. Si bien se oponen “a la voracidad fiscal con la que gobierno pampeano que decidió duplicar la alícuota del Impuesto a los Ingresos Brutos que grava los créditos a las familias y a las pymes, eso no puede implicar que el gobierno nacional aproveche esta medida (que también perjudica a los productores) para avanzar sin consultar ni considerar consecuencias en un achique del Estado”.
“Rechazamos enérgicamente las medidas dispuestas por el Gobierno. Esta decisión, supuestamente basada en un incremento impositivo ordenada por el gobierno provincial, no va en contra de la medida arbitraria de un gobernador, sino que atenta directa y fuertemente contra la actividad agropecuaria, golpea fuertemente al interior productivo de esa provincia, y con más dureza a los productores de menor escala”, enfatizaron.
Para la entidad, el cierre de las sucursales atenta contra el modo de vida del productor. “Preocupa e indigna esta medida contra la banca pública porque es una herramienta clave que ha sostenido a los productores en las crisis, en las emergencias climáticas, o frenando los desalojos rurales en otras épocas”, finalizó.
LA NACION
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