El impacto del blanqueo de capitales y la necesidad de pesos para pagar los compromisos de principios de mes está impactando de manera clara en el mercado cambiario. El precio del dólar blue continuó en caída, en la semana ya cayó 40 pesos y cerró en $1.205, su nivel más bajo desde el 27 de mayo pasado.
No solo eso, para tener una idea, el billete estadounidense informal tocó el mismo valor que alcanzó justo un año atrás, en pleno momento de incertidumbre electoral, cuando alcanzó los $1.200.
Sí, hoy el dólar blue tiene el mismo precio que hace 12 meses, mientras que la inflación de ese mismo período es de 276%, según los últimos datos del INDEC. Incluso, cuando asumió Javier Milei como Presidente de la Nación en diciembre pasado, el tipo de cambio informal se ubicaba muy cerca, a $1.070.
«Si el blue hubiera crecido como la inflación en lo que va del 2024, que fue más de 95%, hoy debería ser su valor de $1.950. Esto implica que los $1.200 actuales son un 38% inferior en términos reales al dólar paralelo que había en diciembre 2023», puntualiza Jorge Colina, economista de Idesa, a iProfesional.
Lo concreto es que esta baja notoria en la cotización de referencia de los dólares libres se debe a diversas causas vinculadas al escenario económico, donde se «secó» a la plaza de pesos.
«En el contexto actual, están ingresando flujos de divisas por el blanqueo y pago de impuestos, también por inversores que quieren hacer carry trade (tasa en pesos), y el flujo de divisas viene siendo positivo y está reduciendo la brecha. De hecho, se corrió la demanda del dólar financiero hacia el MULC (el mercado oficial), y todo eso hace que haya más oferta, baje el precio y se acerque al oficial», detalla a iProfesional Sebastián Menescaldi, economista y director asociado de la Consultora Eco Go.
Parte de este efecto positivo para el Gobierno, y de la caída de los precios de los dólares libres, se está reflejando también en la compra de reservas por parte del Banco Central, ya que este jueves sumó u$s110 millones y desde el viernes pasado hasta el momento acumula adquisiciones por un total de u$s530 millones.
«Lo que se ve es que en el mercado libre no hay pesos y, en consecuencia, la demanda está muy decaída. No siempre el nivel del dólar puede compararse con la evolución de la inflación. A veces, se parte de razonamientos equivocados, por ahí en los meses anteriores el blue valía más de lo que tenía que valer», reflexiona a iProfesional Gustavo Quintana, analista de PR Cambios.
¿Cuál es el precio del dólar blue?
De esta manera, el billete informal a $1.205 está muy cerca del valor mínimo histórico que tuvo en 2017 cuando, a valores actuales ajustados por los precios de la economía, se ubicaba a $1.120 por el gran ingreso de capitales de inversiones bursátiles y blanqueo de capitales durante el gobierno de Mauricio Macri, indica Andrés Méndez desde AMF Economía.
Más allá que esta referencia actual parece baja en términos históricos, los economistas consultados por iProfesional sostienen que «no es descabellada» y que tiene mucha relación al momento actual.
El precio del dólar oficial de competividad fijado por el Fondo Monetario Internacional (FMI) y la referencia histórica del billete libre, se ubican a un valor actual cercano a los $1.300.
«Los precios siempre traducen realidades, en este momento no hay presión dolarizadora, las restricciones monetarias se hacen sentir con fuerza, y también los que en su momento dolarizaron tenencias, ahora deben desarmarlas para hacer frente a gastos comunes. Todo eso configura un panorama de falta de pesos y exceso de oferta. El blanqueo también contribuye de alguna manera y pienso que este escenario va a tender a permanecer así por un tiempito más, por lo menos», considera Quintana.
En este sentido, Fernando Baer, economista de la consultora Quantum, fundada por Daniel Marx, suma: «La verdad es que es un tipo de cambio que empieza a ser consistente con un programa monetario y fiscal restrictivo. No sorprende que si se mantiene así, el tipo de cambio se estabilice o que eventualmente caiga como lo estamos viendo. Y no lo veo descompaginado a $1.205».
Y agrega: «Respecto de la consistencia con el crawling peg (devaluación oficial) del 2% contra inflación, ahora los precios de la economía están más cerca del 3% mensual ahora, y es cuestión de tiempo que converjan. Si se mantiene el superávit fiscal, creo que abrir el cepo puede generar ingreso de capitales para financiar la expansión, sin necesidad de pensar inexorablemente en una devaluación competitiva».
Claro, también se le debe sumar que el blue, más allá de mirar de reojo a los dólares financieros, tiene incorporado en su precio las expectativas económicas y políticas. Al mismo tiempo que su valor fluctúa de forma violenta de acuerdo a cada momento, debido a que se trata de un mercado chico e informal, que maneja poco volumen, por lo que cualquier movimiento genera oscilaciones importantes.
«El dólar blue es el más libre de todos, es el que capta más nítidamente las fuerzas de oferta y demanda y se maneja por expectativas. Si bien aún seguimos con regulaciones, en estos últimos días hubo señales positivas para que descomprima la demanda de dólares: el Gobierno continúa con el superávit fiscal, la inflación no se disparó, las divisas financieras se mostraron calmas por la liquidación del agro y el pago de Bienes Personales, el blanqueo funciona bien, entre las principales causas», detalla Andrés Salinas, economista e investigador de la Universidad de La Matanza (Buenos Aires).
Para finalizar: «Todo esto genera un cierto clima de estabilidad o, por lo menos, de dirección o certidumbre. El horizonte es el valor del oficial, pero igualados nunca van a estar. La clave para los próximos meses está en la paciencia del mercado y las señales del Gobierno respecto al levantamiento del cepo. La primera tiene un límite y, cuando se acabe, ahí arranca otro partido, que es mucho más costoso».
Por eso, para Colina, cuando pase el blanqueo, vuelva la demanda de dólares y si se mantiene la inflación en el 4% mensual, para fin de año, esos $1.200 se «van a mover para arriba, seguramente».