El dólar blue está este viernes a $1.250 y ayer cerró en $1.240, su valor más bajo desde principios de junio; el Contado con Liquidación, en tanto, acentuó también su caída, mientras que el dólar MEP estenjueves perforó los $1.200 en una jornada en la que el Gobierno flexibilizó algunas restricciones para operar con las divisas financieras. Los analistas evaluaron que la medida es «positiva» y desestimaron que esta flexibilización pueda despertar una demanda significativa que presione sobre los dólares paralelos.
La flexibilización se adoptó en un escenario en el cual la brecha cambiaria se redujo significativamente tras el pico de 55% que tuvo a mediados de julio, previo al inicio de estrategia de intervención oficial en los dólares financieros. La brecha entre el dólar blue y el tipo de cambio oficial perforó el jueves el 30%, al caer a 28,69% mientras que la diferencia con el MEP se ubicó por debajo del 25%.
En este contexto de calma cambiaria y reducción de la brecha, la consultora 1816 planteó que «a pesar de que en los últimos meses el equipo económico reforzó el mensaje de continuidad de la política cambiaria en cada oportunidad que tuvo, y las proyecciones del Prespuesto 2025 son un nuevo ejemplo, la principal duda que seguimos teniendo es si el Gobierno extenderá el statu quo hasta la elección de 2025 o si en algún momento de los próximos meses tomará por sorpresa al mercado para unificar».
Dólares financieros: ¿qué impacto tendrán las nuevas flexibilizaciones?
La Comisión Nacional Valores puntualmente flexibilizó dos restricciones del cepo para operar con los dólares financieros. Según los considerandos de la resolución 1018, se dicta lo siguiente: se elimina la obligación del preaviso de cinco días antes las operaciones en dólares mayores a $200 millones. Y se podrá operar con dólar MEP y contado con liquidación (CCL) aquellos que tengan cauciones y/o pases.
Nicolás Capella, analista del grupo Invertir en Bolsa, remarcó que «las medidas son un paso más hacia la liberación del cepo» y juzgó que «en la práctica, no creo que genere una mayor demanda, ya que las empresas que querían comprar más de $200 millones, simplemente enviaban la nota una semana antes y lo hacían».
El analista financiero Gustavo Ber concordó que «las flexibilizaciones resultan señales positivas dentro de la estrategia de ordenamiento de la economía, y no estimo que vayan a despertar mayor demanda en el actual contexto económico-financiero».
Fernando Baer, economista jefe de Quantum Finanzas, también estimó que «no debería generar presiones porque se combina con un escenario de estabilización y de ingreso de dólares».
A su vez, Ian Colombo, analista de Cocos, sostuvo que «esta medida es una buena señal no solo porque contribuye a la flexibilización cambiaria y nos acerca a una posible salida del cepo, sino también porque aumenta la liquidez en un mercado que todavía es muy chico».
Asimismo, Juan Manuel Franco, economista jefe del grupo SBS dijo que «vemos a las medidas en la dirección adecuada, dado que permitirán tener algo más de color en cuanto a qué vale para el mercado el dólar alternativo».
«Estaremos monitoreando la dinámica de las reservas netas dado que estas siguen en terreno negativo y podrían implicar presión cambiaria, dado que, en el corto plazo, no hay ingresos significativos de dólares (comerciales o préstamos/Repo) en el horizonte», enfatizó.
Por su parte, Juan Truffa, director de Outlier consideró que con esta medida, «están probando el agua para ver si está muy caliente; el Gobierno está de a poco empezando a mostrar que quiere desarmar ese entramado tan complejo que es el cepo». Y subrayó que «no vemos que tenga mayor impacto a nivel demanda muy fuerte, pero al destrabar un poco la operatoria empieza a interactuar con un mercado menos restringido y que puede operar con menos limitaciones, quiere ver si (los dólares)van a tener más volatilidad».
En sintonía, el analista financiero Christian Buteler no prevé que vaya a tener una mayor demanda. Y acotó: «Es lógico lo que hace el Gobierno, está liberando las trabas que menos impacto pueden tener, donde menos riesgo corre».
¿El mercado prevé que se eliminen trabas al cepo en el corto plazo?
Entre las trabas existentes están la restricción cruzada (por 90 días) entre el CCL y el MULC, y la comunicación «A» 7340 del BCRA, que obliga a transferir los dólares obtenidos en el mercado de capitales a una cuenta bancaria.
Para Colombo, «si la confianza en el mercado se mantiene, existe la posibilidad de que el Gobierno continúe con la eliminación de regulaciones, como la A7340, durante este periodo».
Baer consideró que «el próximo trimestre es un buen momento para seguir avanzando en la liberalización, si la brecha continúa a la baja, mucho mejor» y sostuvo que la traba «más difícil de levantar es la restricción cruzada entre CCL y MULC».
A su vez, el economista Federico Glustein dijo que «es necesario seguir abriendo» cepos, pero opinó «la brecha del dólar debiera ser del 10% aproximadamente para poder avanzar con una mayor apertura, por lo que lo veo más para el primer trimestre de 2025″. Según su visión, aunque la brecha se reduzca a la zona del 20%, levantar restricciones más pesadas «es un riesgo levemente alto».
De igual mirada, Buteler prevé que «van a ir sacando las trabas que tienen poco impacto, pero las barreras fuertes, como el dólar blend, la restricción cruzada, las que realmente pueden mover (a los dólares) no las van a sacar a corto plazo». Y especuló: «Es probable que lleguemos a la elección de 2025 con esas barreras, por más que la brecha caiga».
Maximiliano Ramírez, socio de Lambda Consultores, también planteó: «La flexibilización del mercado te la va a ir dando la dinámica que vayas viendo. Por ahora, las flexibilizaciones que están haciendo son marginales en relación a un acceso por parte de la gente al MULC. Eso si sería una normativa más importante y que si cambiaría los tipos de cambio en un contexto donde no tenes dolares». Y vaticinó: «Para eso estamos bastante lejos», vaticinó.
¿Habrá unificación cambiaria este año?: voces a favor
Tras la inflación de agosto de 4,2%, más alta de lo esperado por el mercado, los analistas de Facimex Valores prevén el costo de vida ronde transitoriamente el 4% en septiembre por la baja del impuesto PAIS, pero hacia adelante no la ven convergiendo al 2%, es decir al ritmo del crawling peg, como espera el Gobierno; sino que prevén que se mantendrá en un rango de entre 3,5% y 4%.
En ese marco en Facimex Valores indicaron que «la persistencia de estos niveles de inflación llevaría el tipo de cambio real muy cerca de los mínimos posteriores a la convertibilidad hacia fin de año, demasiado apreciado para encarar un año electoral».
Y argumentaron que «esta es la principal razón que nos lleva a seguir esperando que el equipo económico avance con una unificación cambiaria durante el cuarto trimestre de 2024, definiendo un nuevo régimen monetario y cambiario».
«En términos del timing, todos los caminos llevan a diciembre. Primero, porque todavía deja una distancia prudente con las elecciones de medio término; no tanto por el pass through, que suele durar entre 2 o 3 meses, sino por el impacto en actividad, que toma entre 2 o 3 trimestres. Segundo, será el momento en que termine de desarmarse el stock de Lefi en poder de los bancos, de mantenerse el ritmo actual. Tercero, es el momento del año de mayor fortaleza de la demanda de dinero, por una conjunción de factores como el pago del medio aguinaldo, el aumento del consumo por las fiestas de fin de año y los mayores gastos por vacaciones. Cuarto, será el último mes de vigencia del impuesto PAIS, lo que permitiría amortiguar buena parte del traslado a precios de una eventual devaluación. Quinto, estimamos que para diciembre la deuda comercial por importaciones de bienes ya habrá retornado a los niveles normales», fundamentaron.
Quiénes ven más lejos la unificación del dólar
En cambio, Sebastián Menescaldi, director de Eco Go, aseveró que «aunque bajen la brecha no veo que vayan a una unificación cambiaria». Y acotó: «Una condición es la brecha. Pero hay otras. En particular los stocks. Hay una cuestión de la cantidad de pesos que hay en la economía todavía tomando la deuda en pesos y también con la cantidad de dólares que hay en la economía».
Para Menescaldi, con reservas netas negativas, «no creo que estén todavía las condiciones para poder o unificar o levantar el cepo este año«.
Buteler también consideró no ver al Gobierno tomando ese riesgo, porque «las reservas están muy bajas, y los pesos van a seguir sobrando», Y justificó: «No es lo mismo ir licuando pesos con una inflación de 25%, y una tasa 10%, que hacerlo con una inflación del 4% y una tasa del 3,5%. No estás licuando fuertemente. Entonces, el stock de pesos sobrantes todavía es mucho. Yo descarto una unificación en el cuarto trimestre del año. No quieren poner en riesgo la desaceleración inflacionaria».
Colombo coincidió que «en lo que respecta a la salida del cepo, aún se requiere un nivel de reservas mucho más sólido para contemplar esta posibilidad en el corto plazo».
De igual diagnóstico, Glustein no espera que una unificación cambiaria durante el último trimestre del año «porque la inflación seguirá alta». A su criterio, cuando la inflación converja al 2% con el crawling peg, entonces «podría unificarse más fácil», y avizora que eso podría ser «durante el primer trimestre de 2025″.
Ber tampoco anticipa que la unificación cambiaria ocurra durante el último trimestre del año, «dado que parece en esta etapa priorizarse el proceso de desinflación y la convergencia con el ritmo del «crawling-peg».
Ramírez sostuvo que «la primera medida que debería tomar el equipo económico para ir a una unificación cambiaria es eliminar el dólar blend«. Según su visión, «este sería una buena oportunidad» para hacerlo y mejorar la acumulación de reservas. Sin embargo, su veredicto es que «no van a unificar este año».