Los libertarios entraron en una zona de desconcierto tras el salto de 40 pesos que pegó el dólar este jueves, que empieza acercarse peligrosamente al techo de la banda.
Luego de colgarse del travesaño para que llegara la hora del cierre del mercado, algunos libertarios se sumergieron en el debate con la seguridad de quien cree tener las llaves del pensamiento moderno, pero terminaron chapoteando con cierta elegancia -aunque sin dirección- en el pantano de la anarquía discursiva.
Entre las voces que explicaron la corrida, el gobierno salió a decir que el dólar flota, que es el eufemismo que usan en el equipo económico cuando sube la divisa, y denunció al mismo tiempo un golpe de mercado como hiciera Raúl Alfonsín.
Son dos escenarios incompatibles que explican la desorganización que hubo para ordenar el discurso en un segundo día consecutivo de turbulencia para el dólar, tras la renovación de deuda del martes en la que el secretario de Finanzas, Pablo Quirno, avaló unas tasas astronómicas.
«Las tasas de interés flotan y el dólar también», dijo José Luis Espert, que preside la Comisión e Presupuesto de Diputados. «Ahora sube por cuestiones estacionales (ya se pagaron los aguinaldos y las vacaciones y se están gastando) y los bancos están cerrando sus posiciones de cambio de fin de mes. La macro esta ordenada y sólida», dijo el candidato de Milei en la provincia. Luego arriesgó un pronóstico: «0 chances de crisis».
«Hay un sector que sigue sin comprender el verdadero poder del superávit fiscal. Fin», dijo Manuel Adorni, para relativizar la corrida.
Pero el mismo gobierno filtró un escenario totalmente opuesto. El periodista Jony Viale dijo en Radio Rivadavia que desde la Rosada le avisaron que la corrida era fogoneada por tres bancos. Es decir, que había un golpe de mercado para forzar una devaluación.
Los habituales cultores de la reverencia estratégica la pasaron mal en las redes. Decenas de usuarios de Twitter le recordaron a Salvador di Stéfano su predicción de abril, cuando dijo que «el dólar se va a planchar al piso de la banda».
Otros fieles sostenes de Luis «Toto» Caputo como El Oráculo de Trenque Lauquen salieron a hacer catarsis: «El sistema financiero argentino está hecho a medida de los garcas. Y eso no cambiará. La manera de cambiarlo es terminando con el Peso y abriendo todo a la banca off-shore, que no quede nada a favor de la banca local. Hacerlos mierda», exigió El Oráculo.
En este clima de confusión, el propio Caputo debió programar una entrevista junto al independiente Santiago Bausili en el streaming Carajo, para salir a dar explicaciones de local con sus propios empleados del ministerio en el programa «Las Tres Anclas».
Carlos Maslatón le dio una serie de sugerencias a Caputo para su aparición en el canal que es propiedad del Gordo Dan. «Hoy en Carajo el Ministro debería decir cuatro cosas, así aumenta la tensión: 1) A 1450 los voy a bañar de dólares; 2) Voy a pagar tasa de interés hasta el porcentual donde a ustedes los deje tranquilos; 3) El que apueste al dólar, pierde; 4) Les hablo con el corazón, no me respondan con el bolsillo», dijo el habitante del Kavanagh.