La Asociación de Trabajadores de Copsa (ATC), sindicato extremista de la empresa de transporte colectivo de pasajeros, aseguró que este miércoles 30 continuará el paro de ómnibus que viene realizando desde ayer lunes 28.
Los sindicalistas anunciaron un paro general nacional de transporte de 24 horas para este jueves 31 de julio.
El conflicto laboral se debe a una supuesta deuda salarial que la empresa Copsa tendría con los trabajadores.
En tal sentido, desde la Unión Nacional de Obreros y Trabajadores del Transporte (Unott), anunciaron «un paro total en solidaridad” con los funcionarios de Copsa.
La Unott está dirigida por sindicalistas ultra radicales, afines al Partido Comunista, al Partido Socialista, al MPP, y a sectores trotzkistas y maoistas.
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También para los taxis
Desde el Sindicato Único de Automóviles con Taxímetro y Telefonistas (Suatt) dijeron que van a adherir a la medida convocada para el jueves.
“Creemos que habrá un muy buen acatamiento del paro. Nosotros vamos a detener los taxis en todo Montevideo”, manifestó Damián Fernández, integrante de la dirección del sindicato del taxi.
Al igual que con los ómnibus, los taxis comenzarán a mermar su servicio alrededor de las 21 horas del miércoles 30.
Paro fascista
«Es algo que está instalado, que la empresa Copsa no paga. No queremos que se siga repitiendo esa situación. Si esto no se soluciona vamos a seguir con paros por todo el tiempo que haga falta», dijo Daniel Marrero, burócrata sindical de la Unión de Trabajadores del Transporte (Unott), a Tv Ciudad este martes 29.
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Los sindicalistas del transporte están perjudicando a personas y empresas que no tienen nada que ver con el conflicto laboral.
Le están causando un daño enorme a humildes trabajadores que quieren ir a su lugar de trabajo y a empresas que son totalmente ajenas al conflicto.
Es un paro salvaje y antiobrero, que perjudica directamente al Uruguay que madruga y quiere salir adelante.
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Es el salvajismo sindical que realiza paros desmedidos, perjudicando gratuitamente a ciudadanos que no tienen nada que ver con sus reclamos.
Este tipo de medidas siempre perjudican a los más débiles. El sindicalismo irresponsable permanentemente daña a los trabajadores más humildes. Y a las pequeñas y medianas empresas.
Es el fascismo sindical violentista de siempre. Patotas sindicales que arruinan a la economía, y que perjudican a los más vulnerables para obtener privilegios.