Arranca una nueva era en el mercado cambiario: a partir de hoy, las alícuotas de los derechos de exportación para la soja vuelven a ubicarse en el 33%, contra el 26% que rigió hasta ayer.
La alícuota para el maíz y el sorgo pasa desde hoy del 9,5% a 12%. También se ajusta la del girasol, que vuelve al 7%, tras haber pagado un 5,5% durante los últimos cinco meses.
Este reacomodamiento ya provocó un movimiento espectacular en el mercado cambiario.
Los exportadores de soja concretaron declaraciones juradas por unos u$s7.500 millones, que deberán liquidarse dentro de las próximas tres semanas. Las cerealeras disponen de 15 días hábiles entre el momento que formulan la declaración jurada hasta que concretan la liquidación de dólares.
Aumentan las retenciones: el impacto en el flujo de dólares
Las próximas tres semanas, entonces, el mercado cambiario será testigo de un flujo muy importante de divisas. Acaso el más importante de los últimos años.
De acuerdo a las estadísticas del consultor Andrés Costamagna, semejante volumen de declaraciones juradas agrícolas no se ven desde el año 2022.
La incógnita, en todo caso, refiere a lo que vaya a suceder hacia finales de julio y principios de agosto. ¿Cómo hará el Gobierno, cuál será la estrategia para los meses que vienen, previos a las elecciones de octubre?
Hasta el momento, Luis Caputo se enfocó en lograr una desinflación. Nada dice que esta estrategia vaya a modificarse. La cuestión, en todo caso, tiene que ver con la forma que el ministro encontrará para no apartarse del camino, rumbo a las elecciones.
Para evitar ponerle un piso elevado a la cotización del dólar, el ministro evitó la compra de dólares en el mercado. A contramano de la sugerencia del «mainstream» de economistas, y del propio FMI, Caputo relegó la acumulación de reservas en el Banco Central.
El problema que debe enfrentar ahora tiene que ver con las dudas que aparecen en el mercado: un dólar que se quedó en medio de la banda —no bajó al piso de $1.000— y ya sin la oferta estacional del sector agroexportador.
Para evitar un recalentamiento del dólar, el ministro ya puso en marcha distintas medidas: la más clara fue la flexibilización de regulaciones para que los inversores extranjeros puedan traer sus dólares por el canal financiero, con la certeza que los podrán sacar cuando así lo deseen.
En todo caso, habrá que ver si Economía insiste con la última estrategia desplegada, cuando el Tesoro salió directamente a comprar u$s200 millones para el Banco Central.
Fue la primera vez desde que el Ejecutivo modificó el esquema cambiario que interviene directamente con la compra de divisas.
La duda —ahora— en el mercado financiero es si Javier Milei y su ministro de Economía comenzarán a darle ritmo a este tipo de intervenciones. O si serán esporádicas y sorpresivas, como fue en esta oportunidad.
También anunció la colocación de hasta u$s1.000 millones mensuales en bonos en pesos pero a ser suscriptos en dólares.
Tras la liquidación del campo, ¿sube el precio del dólar?
Los financistas ya monitorean de cerca la evolución en el mercado cambiario.
«Si les parece que está barato, pueden ir y comprar», desafió Caputo ante inversores que lo escucharon antes del fin de semana.
«Ahora vienen 15 días donde seguirá fuerte la liquidación del agro y también salidas de bonos en pesos a dólares. Es probable que la tensión cambiaria recién aparezca en hacia la tercera semana de julio», dijo a iProfesional el economista Amílcar Collante.
«Es probable que veamos para entonces un dólar un poco más arriba; habrá que ver cómo lo gestiona el Gobierno», sintetizó.
En tanto, Haroldo Montagú, director de la consultora Vectorial y ex viceministro de Economía en la época de Guzmán, apuntó que «tenemos un problema estructural en el sostenimiento del actual tipo de cambio, más allá de las cuestiones estacionales».
Montagú es muy crítico de la estrategia oficial, que depende del endeudamiento para cosechar dólares en el mercado y sumarlos en las reservas del BCRA. «En la medida que lo sigan sosteniendo pueden lograr el objetivo. Distinto es si esa dinámica se traba y surgen problemas para sumar dólares. Esto es un parche», remató en diálogo con iProfesional.
La menor oferta de divisas se conjugará con otra realidad: una demanda de dólares bien sostenida, y que podría acrecentarse a medida que se acerquen las elecciones de medio término.