2 pueblos desconocidos de las sierras de Tandilia para hacerse una escapada lejos del ruido

El recuerdo de una vida próspera alrededor de las estaciones de tren está presente en numerosos pueblos de la provincia de Buenos Aires. También la nostalgia: en muchos casos sus habitantes debieron reinventarse para salir adelante y resistir. Tal el caso de Barker y Villa Cacique, dos localidades vecinas que crecieron al calor del ferrocarril y la planta de Cemento Loma Negra.

Al suroeste de la provincia de Buenos Aires -a unos 400 kilómetros de Capital- conforman un destino poco explorado por el turismo convencional. La primera surgió alrededor de la estación del Ferrocarril Sud, en 1908, y fue bautizada así en honor de Charles Barker, ingeniero de la compañía del ferrocarril.

Villa Cacique, en tanto, tiene un origen netamente minero, debido al incremento en la demanda de cal para construir en ciudades aledañas, a principios del siglo XX.

En 1905, la firma San Llorenti y Cía., construyó los primeros hornos, un poblado y una escuela en un campo de don Jorge Santamarina, y por casi 30 años atendió la demanda de cal, lajas y otros derivados de la piedra. Entonces al lugar se lo llamaba La Calera. Sin embargo, en 1937, el predio fue adquirido por la empresa Loma Negra, que a partir de 1950 construyó la que sería la fábrica de cemento más moderna e importante de Latinoamérica, junto a un barrio destinado a directivos y obreros, bautizado Villa Cacique.

La entrada al pueblo que fue bautizado en honor de Charles Barker, ingeniero de la compañía del ferrocarril

Así las cosas, diferentes crisis y cambios en las condiciones económicas provocaron la paulatina reducción del personal hasta que en 2001, se produjo el primer cierre de la planta, la única fuente laboral que sustentaba a la comunidad. Surgieron diferentes proyectos para afrontar la situación, y al año siguiente, el Partido de Benito Juárez lanzó su primer plan turístico para poner en valor el potencial de la región con todos sus recursos naturales.

Un proyecto integral que involucró tanto al municipio como a la comunidad y la provincia. El desembarco del turismo se afianzó principalmente en las localidades de Barker y Villa Cacique, con un entorno natural ideal para hacer senderismo, cabalgatas, escalada en roca o safaris fotográficos; tirolesa, rappel y mountain bike.

De a poco, empezaron a surgir emprendimientos privados, complejos de cabañas, las primeras hosterías y más recientemente, el municipio compró y comenzó a remodelar el hotel que pertenecía a la empresa Loma Negra. Hoy reabierto como Hotel & Spa De las Sierras.

“Se trata de un hotel cargado de historia que, completamente remodelado, cuenta con 15 habitaciones, gastronomía regional y un sector de spa, con sauna seco y húmedo, pileta climatizada cubierta, jacuzzi y gimnasio”, cuenta Alejandro Hernández, director de Turismo de Benito Juárez. De esa manera, asegura, ya contamos con 14 establecimientos de alojamiento (casas, departamentos y hotel), que suman 170 plazas en total.

De aquel plan turístico lanzado en 2003 para fomentar el desarrollo turístico nació también la Fiesta Provincial de la Frambuesa, que se realiza cada febrero con sede en Villa Cacique; la última edición que convocó a 25 mil personas.

“Hoy, el desarrollo del Plan Turístico continúa con la generación de oferta de alojamiento, el posicionamiento de la Fiesta Provincial de la Frambuesa, el emprendimiento concesionado ‘Estación Barker’, el antiguo bar ‘El cacique’ y la visualización de las grandes potencialidades paisajísticas y productivas locales en la actividad turística”, dice Hernández.

En Villa Cacique se realiza la Fiesta Provincial de la Frambuesa

Entre cerros, bosques y arroyos

Junto a Olavarría, Azul, Lobería, Balcarce y la barranca de los Lobos, en Mar del Plata, el paisaje de Barker y Villa Cacique se integra al sistema serrano de Tandilia, una de las estribaciones más antiguas del continente, de entre 300 y 500 millones de años. En cuanto al marco natural, El Sombrerito y Cuchilla de las Águilas, se distinguen entre una larga cadena de cerros, cuevas y grutas talladas por la erosión.

Por eso, desde el lanzamiento del plan turístico muchas escuelas de montaña se presentaron para realizar sus primeras prácticas, aunque, si bien en un comienzo, el acceso a las sierras fue facilitado por parte de los privados particulares, vaivenes políticos y diferentes situaciones llevaron a que el acceso a estos lugares se volviera un tema controvertido: “En 2021 se sancionó la Ley Nacional 27665 de Fomento del Montañismo, impulsada y apoyada por la Federación Andinistas Argentinos que reconoce el carácter deportivo y socio recreativo de la actividad. El Municipio de Benito Juárez adhirió a la ley con la Ordenanza N°5891/2023, con la que se permite brindar más garantías de conservación de los recursos, como así también planificar su uso, priorizando y respaldando a los propietarios”, señala por su parte Raúl Carrizo, pionero entre los guías locales. Y añade: “Se ha hecho una propuesta de uso que consta básicamente de cuatro circuitos, pero hasta la fecha no ha habido intención alguna de los propietarios para llegar a un convenio que le permitiría a la comunidad desarrollar fuertemente la actividad turística como una oportunidad sustentable para su desarrollo”.

Hasta que la Ley se regule y pueda aplicarse como se indica en la zona, se puede recorrer el Circuito de la Tinta, un trayecto de 35 km de ripio, ideal para hacer mountain bike que bordea el sistema de sierras y la zona de canteras. Otra opción es un trekking nocturno de 14 km por el trillo de la vía que atraviesa el bosque hasta Barker, con regreso a Villa Cacique.

El contacto con la naturaleza, uno de los atractivos de esta escapada

Casco histórico y alrededores

Como parte de recorrido histórico, puede visitarse la estación del ferrocarril “Alfredo Fortabat”, inaugurada en 1958, que impulsó el progreso económico de la zona, donde hoy funciona la Dirección de Turismo. Un poco más allá, puede accederse la plaza principal “Lorenzo Mendía”, el Complejo Deportivo Municipal, donde cada año se desarrolla la Fiesta de la Frambuesa o el Paseo del Cristo de las Sierras, un Vía Crucis rodeado de naturaleza con vista panorámica a la Comarca Serrana.

Otro imperdible es el bar y museo “El Cacique”, un bar tradicional de la localidad con una interesante colección de objetos relacionados con la historia del pueblo, para tomar una bebida, picar algo, jugarse un partido de pool o a desafiarse a los naipes con los parroquianos.

El senderismo es una de las actividades favoritas para disfrutar en Barker y Villa Cacique

En los alrededores, a 50 kilómetros de la planta urbana, el Municipio sumó otro atractivo que vale destacar: la estancia Sol Argentino, declarada Monumento Histórico Nacional en 1990 por su importancia como centro de producción de la argentina agro exportadora. Las visitas gratuitas incluyen un recorrido por el casco, la zona de servicios hasta las zonas de producción, caballeriza, herrería y carpintería.

De esta manera, Barker y Villa Cacique se consolidan hoy como una realidad tangible, con excelente proyección para el desarrollo turístico y sustentable de la región.


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