Un mujer de 47 años y su hijo de seis fueron encontrados sin vida en su domicilio de la localidad de Florencio Varela. El trágico episodio ocurrió en la calle Pehuajó al 2300 y se conoció cuando, según las primeras versiones, el padre de la familia, llegó de trabajar y encontró a su pareja y a su hijo aparentemente sin vida. Según consignó la Agencia Noticias Argentinas, la madre fue identificada como Micaela Andrea Lator y el menor como Esteban Nicolás Cuello.
El propio padre llamó al SAME y afirmó en su relato que halló el trágico escenario de regreso al hogar. Una vez en la vivienda, el servicio de emergencia confirmó las dos muertes. Ambos cuerpos tenían heridas provocadas por arma de fuego.
Los investigadores trabajan el análisis de las pericias y en la recopilación de testimonios de familiares y vecinos para lograr arrojar mayor claridad sobre los hechos. Algunas versiones sugieren que la mujer habría estado atravesando un estado de depresión. El esposo declaró que en la familia de la mujer hay antecedentes de tendencias suicidas, ya que su madre y dos de sus primos se quitaron la vida.
En su cuenta de la red social Facebook, al parecer la madre solía compartir fotos familiares donde se la veía con el hijo y su pareja. En un posteo reciente publicado un día antes del crimen, habría escrito: “No quiero mucho en la vida, solo una vida mejor para mi hijo…..“, lo que podría resultar un indicio sobre su estado de ánimo.
Los cuerpos fueron trasladados a la morgue judicial de Quilmes para realizares la autopsia correspondiente. Al momento, todas las hipótesis se mantienen abiertas, dado que se esperan las conclusiones sobre las necropsias para establecer con mayor certeza las circunstancias y el horario de las respectivas muertes. Y los primeros indicios podrían generar un giró en el caso.
Según las pericias consignadas por Noticias Argentinas, la mujer falleció el viernes al mediodía, mientras que el menor, autista, murió varias horas después, lo que no concuerda con la versión del hombre, quien había declarado que encontró a sus familiares sin vida al regresar de su trabajo.
Además, los peritos confirmaron que la mujer tenía dos disparos (uno en la cabeza y otro en el tórax), cuando el parte policial indicaba que solamente presentaba uno solo, a la altura del pecho.
Frente a esas circunstancias, el padre del menor baleado quedó bajo la mira judicial.
La UFI N°1 se hizo presente en el lugar de los hechos y dispuso la realización de una pericia de dermotest para verificar indicios de disparos en los cuerpos, además se secuestraron prendas de ropa y teléfonos celulares.
También se incautó el arma de fuego utilizada, un revolver calibre 22 con dos vainas servidas y un proyectil, que se encontraba sobre la cama. En el interior de una caja, ubicada en la parte superior del placar se halló un segundo revolver calibre 38, que no tenía ningún cartucho.