La propiedad del lote 45 del barrio privado San Andrés, en Benavídez, partido de Tigre, será el eje de la quinta jornada del juicio por la muerte de Diego Armando Maradona (60), con las declaraciones del dueño de la propiedad y de la mujer que gestionó el alquiler.
En las primeras dos semanas del debate oral ya pasaron siete policías, un vigilador y dos médicos como testigos frente a los jueces del Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) N° 3 de San Isidro.
Con estos testimonios, la fiscalía buscó mostrarles a los jueces Maximiliano Savarino, Julieta Makintach y Verónica Di Tommaso las condiciones físicas en las que fue encontrado Maradona por los primeros testigos que llegaron a la casa aquel miércoles 25 de noviembre de 2020.
“Estaba boca arriba, el abdomen muy inflamado, a punto de explotar. Me sorprendió verlo así a Maradona. Nunca pensé encontrarme con esa imagen”, sostuvo el subcomisario Lucas Farías (42), el primer policía que llegó al lugar.
El médico Juan Carlos Pinto (72), a cargo de la primera ambulancia de las siete que arribaron por un «código rojo», afirmó que al atender a Maradona no logró realizarle una traqueotomía “porque tenía mucha rigidez y cuello corto”, y que constató que “no tenía actividad eléctrica” y que el paciente “tenía signos de muerte».
La propiedad en la cual murió el ex capitán del seleccionado argentino de fútbol cuenta con dos pisos. Maradona tenía una habitación en la planta baja, junto a la cocina y a poco más de 10 metros del baño, según las pericias policiales.
Está ubicada en el lote 45 del barrio San Andrés, sobre la avenida Italia al 5200 de Benavídez, partido de Tigre.
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El abogado Fernando Burlando, que representa a Dalma y Gianinna Maradona, mandó a hacer una maqueta del chalé a especialistas de la Universidad de Belgrano: “Parece una casa espléndida y, en verdad, era una pocilga«, aseguró.
El alquiler (16.000 dólares por tres meses) se había pagado hasta el 31 de enero de 2021, en un contrato firmado por Jana Maradona, hija del astro, el 10 de noviembre. Desde la habitación de Diego, que había sido tapiada con durlock, se veía una especie de canal de una laguna.
Al declarar como testigo durante la instrucción, el abogado Matías Morla, apoderado del «Diez», dijo que «Diego nunca hubiese vivido en esa casa», ya que «la internación era mala». Tenía, por ejemplo, un inodoro químico portátil.
El ex campeón del mundo en México 1986 había sido alojado en el playroom porque no podía subir las escaleras, tanto por su rodillas maltrechas como por su frágil estado de salud tras la intervención quirúrgica en la cabeza por el hematoma subdural, realizada el 3 de noviembre de 2020 en la Clínica Olivos, de Vicente López.
Este martes declararán en el juicio Andrea Flavia Jordan Camus (55), broker inmobiliaria, quien hizo las gestiones para el alquiler de la casa; y el propietario de la vivienda, Santiago Giorello (53).
También se esperan otras declaraciones que aún la fiscalía, comandada por los fiscales adjuntos de San Isidro Patricio Ferrari y Cosme Iribarren, no comunicaron.
El juicio
El juicio comenzó el martes 11 de marzo en el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) N° 3 de San Isidro. Hay siete profesionales de la salud imputados por «homicidio simple con dolo eventual«, cuya pena prevista es de 8 a 25 años de cárcel.
Entre ellos, están el neurocirujano Leopoldo Luciano Luque (44), la psiquiatra Agustina Cosachov (40) y el psicólogo Carlos Ángel «Charly» Díaz (33).
También, Nancy Edith Forlini (56), coordinadora de la prestadora médica contratada; Mariano Ariel Perroni (44), coordinador de Medidom S.R.L.; el enfermero Ricardo Omar Almirón (44) y el médico clínico designado para la internación domiciliaria, Pedro Pablo Di Spagna (52).
La enfermera Dahiana Gisela Madrid (40) será juzgada en un juicio por jurados.
Maradona murió el 25 de noviembre de 2020, debido a una descompensación cardíaca sufrida. Ocurrió 22 días después de una operación en la cabeza por un hematoma subdural a la que se sometió en la Clínica Olivos, de Vicente López.
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EMJ