A veces los números pueden parecer fríos pero dependiendo la óptica con la que se los mire también pueden decir mucho. Y un Informe de detenidos en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires al que tuvo acceso Clarín sirve como radiografía de lo que pasa con el delito en CABA.
En las comisarías y alcaldías de la Policía de la Ciudad hay 2.269 detenidos. Esa es la foto al 27 de enero. El número varía a cada hora con nuevas detenciones y liberaciones. Pero la tendencia marca un crecimiento constante, en un contexto de sobrepoblación. El año pasado, en plena crisis por las fugas, los presos no llegaban a 2.000.
“Tuvimos un 35 % más de detenidos en 2024 que en 2023”, dice a Clarín una alta fuente del Ministerio de Seguridad de la Ciudad. Una de las razones de la mayor cantidad de detenciones tiene que ver con el aumento del patrullaje, que pasó de 50.000 kilómetros diarios en 2023 a 100.000 el mes pasado.
De los 2.269 detenidos, 431 son extranjeros. Es decir, el 20 %. Según los datos del último censo, en la Ciudad el 13,54 % de los habitantes nacieron en otro país. Es decir, su incidencia en el delito es mayor en relación a la población total.
Pero en un contexto de sobrepoblación carcelaria, el problema se amplifica. Y justamente con los detenidos extranjeros existe una posibilidad de descomprimir, aunque sea un poco, la situación apremiante en los calabozos. Es por esto que la Ciudad busca expulsar a los que la ley le permite hacerlo.
Vale recordar que el Gobierno de Alberto Fernández derogó en marzo de 2021 el decreto que permitía el trámite de expulsión express. Ese DNU había sido firmado por Mauricio Macri en 2017 y modificaba la Ley de Migraciones creando un “procedimiento migratorio especial sumarísimo» para acelerar la deportación y la prohibición de ingreso al país a cualquier extranjero que tuviera una causa penal en Argentina.
De esa manera se volvió al sistema anterior en el que para expulsar a un inmigrante que cometió un delito, se necesita la decisión de Migraciones y el aval de la Justicia.
Hoy los supuestos por los que se puede expulsar a un extranjero son: por la figura de extrañamiento, es decir, cuando hayan cumplido la mitad de la pena recibida; cuando estén procesados y la condena en expectativa sea de ejecución condicional, por lo que no cabría la figura del extrañamiento; y cuando se trata de un extranjero que delinque sobre el que ya pesaba una orden administrativa de expulsión.
En estas condiciones hoy hay 148 detenidos nacidos en otro país que la Ciudad busca que sean expulsados del país. Pero no es una decisión que dependa del Gobierno porteño, sino de la Dirección Nacional de Migraciones y cada tribunal que tiene a cargo las causas por las que fueron imputados.
Se trata de 51 condenados sobre los que nunca se le comunicó a Migraciones el dictado de la sentencia en su contra. A través de un convenio con el Ministerio de Interior –cuando el que estaba a cargo todavía era Guillermo Francos– se creó una mesa de trabajo para comenzar con los procedimientos de expulsión, en la medida que la ley migratoria y los juzgados lo permitan. Son 20 peruanos, 10 chilenos, 7 paraguayos, 5 bolivianos, 5 uruguayos, 3 colombianos y un español.
También hay 97 extranjeros que se encuentran alojados en las comisarías porteñas sin una situación procesal definida, lo que podría derivar en procesos de expulsión, según la lectura que hacen en la Ciudad sobre la ley migratoria.
Se trata de 34 chilenos, 24 peruanos, 14 colombianos, 11 paraguayos, 6 uruguayos, 5 bolivianos, 1 estadounidense, 1 venezolano y otro que “no aporta” su nacionalidad.
“Estamos ocupando casi 2.000 policías para cuidar detenidos y eso es un problemón. Son recursos que tendrían que estar en la calle”, dice la fuente consultada por Clarín.
Para aplacar el problema de las reiteradas fugas que hubo durante el año pasado, dicen en la cartera de seguridad que trabajan en un plan de refuerzo de alcaidías, comisarías y techos. Además de una nueva clasificación para los detenidos y de esa manera ubicarlos en los lugares adecuados para ellos. “Hasta que se resuelva lo del traspaso”, dicen.
En noviembre, la Ciudad y la Nación acordaron la transferencia del Servicio Penitenciario en el ámbito porteño para los delitos no federales. No será algo que ocurra de la noche a la mañana pero ya hay una mesa de trabajo para definir los detalles.
Más de la mitad de los detenidos está preso por robo
Los datos que arroja el informe al que accedió Clarín indican que el 56,06 % de los detenidos están acusados de robos y hurtos. Le siguen los imputados por abuso sexual (11,55 %), distintos delitos en tentativa (11,28 %), homicidio (1,5 %) y en delitos relacionados con menores (0,34 %). El 19,3 % restante está categorizado como “otros delitos”.
En cuanto a la situación procesal, el 57,91 % está con prisión preventiva, el 24,77 % sin resolver su situación, 11,02 % condenado sin sentencia firme y el 6,3 % con condenado con sentencia firme.
Del total de la población carcelaria en la Ciudad de Buenos Aires, se desprende que la gran mayoría son argentinos (1.838), a los que le siguen los detenidos de nacionalidad peruana (112) chilena (101), paraguaya (76), colombiana (56), boliviana (47), uruguaya (12), venezolana (8), dominicana (3), ucraniana (3), “no aporta” (3), brasileña (2), armenia (1), centroafricana (1), china (1), croata (1), española (1), estadounidense (1), mexicana (1), otra (1).
La gran mayoría de los detenidos tienen entre 21 a 40 años (1.686), seguidos por los de 41 a 60 (452), 0 a 20 (54), más de 60 (49), “no aporta” (28).
Además, la gran mayoría, el 96,83 %, son varones. Solo hay 72 mujeres detenidas.
MG