La variable clave que debe controlar Milei para acabar con el cepo al dólar, más allá de la inflación

El presidente Javier Milei viene dando detalles sobre las condiciones que se deberían cumplir para que finalmente se pueda eliminar el cepo cambiario sin riesgos de una corrida cambiaria.

Milei ratificó la promesa de quitar todas las restricciones el año próximo, pero dijo que para que eso suceda, el equipo económico monitorea una serie de «stocks» que están en la mira del Banco Central, y cuya solución sería un requisito indispensable para salir del cepo.

Reservas del Banco Central: la duda de Javier Milei

En el Gobierno se debate, de acuerdo a las condiciones con las que avance la economía en los próximos meses, si una medida de esa naturaleza se deberá concretar con gradualismo o por la vía de shock.

«Estamos cada vez más cerca de la salida definitiva del cepo cambiario, una aberración que nunca debería haber ocurrido y que, con nosotros, se va a terminar el año que viene y para siempre», dijo el Presidente.

Y explicó que se trabaja en una «solución definitiva para el problema de los stocks del Banco Central». La enorme deuda del BCRA fue transferida al Tesoro meses atrás, pero sigue siendo un dolor de cabeza para diseñar la política económica.

Milei dijo que la solución puede darse «ya sea a través de un nuevo programa con el Fondo Monetario y/o a través de un acuerdo con inversores privados».

El titular del BCRA, Santiago Bausili, explicó que la potencial demanda de salida desde el peso hacia el dólar ante un desarme de los controles cambiarios no estaría dada ni en las pymes que necesiten importar, ni en la necesidad de ahorro de las personas, sino en empresas multinacionales que tienen retenidos saldos de dividendos, que por la prohibición del cepo no pudieron girar a sus casas matrices.

Estimar cuál sería esa demanda es un dato clave para saber qué nivel de respaldo se debería tener para levantar las restricciones sin riesgo de corrida.

Por el ajuste por inflación de los bonos en pesos y la absorción de deudas del Banco Central por el Tesoro Nacional, en mayo la deuda pública bruta nacional dio un salto excepcional para un solo mes: aumentó en el equivalente a u$s21.618 millones

Según la Secretaría de Finanzas, en el quinto mes del 2024, el stock de deuda bruta ascendió a un monto total equivalente a u$s435.674 millones, de los cuales u$s433.222 millones se encuentra en situación de pago normal.

Tras la fuerte licuación por la devaluación de diciembre, en enero, febrero, marzo y abril la deuda en pesos pegó un salto por la colocación de nuevos títulos y la variación de bonos y títulos ajustables por CER (inflación) o dollar linked.

Y en mayo se agregó la fuerte emisión de las LECAP (Letra de Capitalización del Tesoro) que Economía utilizó para absorber o limpiar parte del pasivo del Banco Central por el equivalente neto de u$s 15.398 millones.

Con inflación controlada, el Gobierno busca liberar el cepo

En la medida que la inflación vaya aumentando por encima de la variación del tipo de cambio oficial, la deuda en pesos valuada en dólares deberá seguir creciendo, superando la licuación de diciembre.

La deuda con los organismos internacionales asciende a u$s72.930 millones, de los cuales u$s41.016 millones son con el FMI. No se incluye la deuda de las Provincias y del Banco Central.

El BCRA había habilitado en mayo una ventana para aliviar la demanda de divisas destinada al giro de dividendos, en una de las últimas licitaciones del Bopreal, el instrumento en dólares diseñado por este Gobierno para reducir la deuda comercial importadora acumulada hacia el final de la gestión del Frente de Todos.

Según estimaciones privadas, antes de esa operación del Bopreal existía un saldo pendiente de pago cercano a los u$s 6.000 millones.

Bausili dijo que para levantar los controles cambiarios «tiene que haber un equilibrio monetario; estamos muy cerca de alcanzarlo, pero no necesariamente un equilibrio cambiario. El cepo está empezando a ser una barrera de contención para la entrada de divisas, más que una barrera para su salida».

Y sorprendió al considerar probable que, bajo este esquema monetario, levantar el cepo se convierta en una fuente de liquidez, con entrada de capital externo y sin salida del interno. Es decir, habría llegada de dólares netos para alimentar las reservas.

En línea con lo que sostiene Milei, Bausili dijo que «hay dos o tres focos que aún están afectados por el cepo y representan un riesgo de stock». El principal está vinculado con los dividendos de multinacionales que aún no se pueden girar a las casas matrices.

«Quedan dos o tres sectores con liquidez atrapada. Por eso, mientras tanto, liberamos controles en los casos donde no se encuentran atrapados. El comercio es prioritario para nosotros: buscamos que sea lo más libre posible para reducir el costo argentino y facilitar la actividad económica», señaló el titular del Banco Central.

Explicó que los sectores con demanda potencial de dólares incluyen aquellos con «stocks de deuda financiera intercompany y dividendos; son focos con demanda latente».

El presidente del BCRA destacó que «a medida que surgen fuentes de dólares que permiten atender estos stocks, los balances se van reduciendo. Esa rueda avanza poco a poco, pero estamos tratando de corregirla gradualmente».

El rol clave del FMI para quitar el cepo al dólar

Al respecto, Milei dijo que la solución para acelerar ese proceso podría llegar por la vía de un préstamo del Fondo Monetario Internacional, un proceso que recién está en su etapa inicial de conversaciones preliminares para saber si el organismo podría aportar financiamiento adicional, y bajo qué condiciones.

Por su parte, el ministro de Economía, Luis Caputo, explicó que además de la inflación a la baja y de una caída en el ritmo del crawling peg, el Gobierno necesitará un colchón adicional de reservas para poder activar una salida del cepo.

Según estimaciones de la consultora LCG, hasta fines de noviembre las reservas netas eran negativas por u$s4.700 millones.

Milei mencionó dos elementos claves: aplicar una política de austeridad del gasto público y ampliar significativamente el superávit fiscal y, por otro lado, limpiar definitivamente el stock de deuda del Banco Central, para permitir cumplir con otro de sus objetivos, cerrar el organismo y al mismo tiempo terminar con el cepo y otras restricciones cambiarias y consagrar la libre circulación de monedas.

En un año electoral, se espera que la política económica girará en 2025 en torno de estos ejes.

El 2,4% de incremento del Índice de Precios Minoristas de noviembre resultó muy por debajo de las estimaciones de los principales analistas económicos y bancos de la plaza local. Hoy los precios están siendo alimentados por los ajustes en los servicios regulados y algunos servicios como los precios de esparcimiento que si no se acomodan a la baja, van a provocar una caída abrupta en la demanda por ellos.

Si se ratifica el mantenimiento de tarifas hasta marzo, seguramente, se podrá alcanzar una tasa de inflación menor al 2%, estiman analistas.

Hasta los especialistas críticos de Milei admiten que las perspectivas para 2025 son auspiciosas.

Si se logra alcanzar el objetivo de limpiar al BCRA de sus stocks de deuda y finalmente se logra levantar el cepo, las tasas de inversión y crecimiento se pueden multiplicar, junto con el empleo y los salarios.

Es el mejor escenario que espera Milei de cara a las elecciones legislativas, en las que confía en obtener una señal de confianza del electorado para profundizar su modelo libertario.

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