Municipalidad analiza misiones conjuntas con Provincia para captar fondeo internacional

La semana terminó complicada para la gestión municipal de Córdoba, puntualmente por la vuelta a las calles del Suoem que reflotó su estrategia de asambleas, protestas y cortes apuntando a la recomposición salarial y a que se activen acciones de promoción de becarios y posteriores pases a planta. Todo en marco de una conciliación dictada por el ministro de Trabajo Omar Sereno y de acuerdos de diálogo que se habían sellado para retomar la discusión paritaria en enero.  

Una nueva reelección de Rubén Daniele, al frente del gremio, es el elemento clave que no puede dejar de considerarse en la renovación de los conflictos.

Pero más allá de estas semanas y de estas 48 horas de protestas el año no fue fácil para la administración de Daniel Passerini que vivió, como pasó en muchos municipios, la restricción presupuestaria por goteo que definió el presidente Javier Milei.

Fue un año con mucha complejidad desde el punto de vista económico y social, advierten desde la Municipalidad. Y en ese sentido, en el Palacio 6 de Julio desde lo económico hablan de al menos tres situaciones que complicaron de forma extraordinaria las finanzas capitalinas.

El primer elemento desestabilizador y más contundente de ellos fue el proceso recesivo que atravesó el país y que pegó en la línea de flotación de los ingresos del municipio.

La recesión y la caída de la actividad produjo, según señaló a este medio el secretario de Administración Pública y Capital Humano del Municipio, Sergio Lorenzatti, una merma en los ingresos de cerca de US$200 millones, es decir unos $200.000 millones que representan cerca del 19% de fondos en el año. Eso implica que se va a terminar ejecutando un presupuesto de US$830 millones, contra una recaudación planificada inicialmente en torno a los US$1000 millones. Algo que ha perjudicado, sostienen, el funcionamiento normal del municipio y el ritmo de las obras.

Otro elemento que ponen en la balanza de las complejidades fueron los pagos por vencimientos de capital e intereses por la deuda en dólares de la gestión de Ramón Mestre. Este año se pagaron US$51 millones por ese compromiso.

Y el tercer elemento destacado fue la quita de subsidios al transporte tras hacer desaparecer el Fondo Compensador que ejecutaba la Nación y que eliminó, dejando expuesto al municipio a la obligación de enfrentar esos gastos con recursos propios.

“A todo eso hay que sumar la situación social complicada. Córdoba tiene 100 centros de atención primaria de la salud y 7 hospitales. En esto hay que reconocer que se trabajó para generar este tipo de servicios y que son claves para que no se colapsen los centros de mayor complejidad y que pueda funcionar el sistema sanitario. En materia social, prácticamente se duplicaron los malos indicadores en relación al 2023. Se duplicó la gente en condición de calle. Eso implica mayor gasto, mayores medidas de prevención, mayor presencia territorial. Los mismo para la obra pública, fue un año difícil, pero se continuó con obras como la nueva sede del Concejo deliberante, trabajos en calles del centro, nuevas obras de desagüe”, marca Lorenzatti.

-¿El año termina en números rojos?
-Hay que mirar la película completa. Cuando asume Llaryora en el 2019 había un déficit financiero del 9%. A través de las reformas que se realizaron desde entonces, como el trabajo que viene haciendo Passerini estamos en 2,7%, 2,5%. Vamos a cerrar de esa forma, con un esfuerzo enorme porque ha sido un año muy difícil.

-¿En términos de actividad y de recaudación están viendo indicadores para una recuperación o todavía falta?
-Todavía no vemos algo para festejar, pero sí creo que hay que ser optimista, en tanto y en cuanto van apareciendo inversiones. El municipio ha enviado al Concejo Deliberante, en el mismo presupuesto, una serie de medidas para favorecer la inversión, para mover el desarrollo económico e inmobiliario, para generar producción y trabajo. Eso genera un movimiento económico que nos ayuda a ser optimistas. Hoy hay un leve y lento repunte, pero vamos en una situación positiva. La batalla diaria es que el ingreso corriente sea superior al gasto corriente para poder tener margen para hacer obra pública. Esa es la apuesta para el año que viene.

-Para el pago de vencimientos de deuda en dólares que tienen (NdR: US$ 50 millones en 2025, otro tanto en 2026), y mirando el contexto de baja de Riesgo País y otros indicadores, ¿analizan salir a buscar fondos al mercado de capitales?
-La ciudad de Córdoba tiene muy buenas calificaciones en los mercados, en virtud del cumplimiento que estamos mostrando.  Yo creo que, si se va bajando el Riesgo País, si se sale del cepo ya hay indicios de una apertura de mercados internacionales, se tendrá que analizar en su momento, de todas maneras, en esto trabajamos codo a codo con el equipo de Guillermo Acosta en Provincia (ministro de Economía y Gestión Pública del Gobierno de Córdoba) y trabajamos para estar preparados para todo.

-Si hay una propuesta de road show en conjunto con Provincia lo encaran.
-Sí, sí, sí. De hecho, nosotros trabajamos en equipo porque es la manera que corresponde hacer y es lo que los vecinos han manifestado con su voto, basta de una Provincia enfrentada con el municipio, se trabaja en conjunto con estrategias en conjunto y políticas serias que permitan una ciudad mejor.

-¿Cómo encaran la sostenibilidad del sistema de transporte en 2025?
-Se está trabajando muchísimo con Provincia. Desde el punto de vista del transporte urbano vamos a migrar de un sistema de subsidio a la oferta a uno de subsidio a la demanda con un nuevo esquema, innovador, incorporando tecnología y trabajando para que los recursos que ingresen al sistema marquen una suficiencia a todo el sistema de transporte. Con Provincia estamos trabajando para dar un carácter metropolitano para el servicio y que tenga una mayor integralidad. Creemos que un subsidio a la demanda, que es más justo y más equitativo, nos va a ayudar también en las finanzas. Por otro lado, el intendente forma parte de una serie de ciudades donde el servicio de transporte es determinante, siempre se va a trabajar desde lo político y lo institucional, pero en el mientras tanto vamos avanzando nosotros.

-¿Cómo va a ser la relación y la negociación en 2025 con el Suoem?
-La relación con Suoem es compleja y conflictiva. Nosotros vemos que a medida que se acercan los calendarios electorales el sindicato comienza a tomar una función de carácter político por cuestiones sindicales y políticas con quienes cogobernaron hasta 2019. Se había firmado un acuerdo para sentarnos en enero y ahora están con asambleas. Se ha metido la política y se pone en evidencia la sociedad política con aquellos que gobernaron hasta 2019. Hoy tenemos un sindicato que es funcional a la oposición política. Y se rompió un diálogo, le pusieron una bomba a los puentes de diálogo. El intendente está para gobernar a todos los ciudadanos, no a un sector, eso les cuesta entender a veces al sindicato y a sus conductores. De parte de ellos nunca recibimos propuestas o ayudas en situaciones difíciles, todo piedras en el camino. Y le entorpecen la vida al ciudadano que le paga los sueldos.

Disputa con el Nación
En los últimos días el municipio ganó una pulseada judicial con el Banco Nación que comenzó a demandar a distintas administraciones para evitar el cobro de tasas por sus servicios de comercio e industria. Y en paralelo solicitó una medida cautelar para dejar de pagar hasta tanto se resuelva la situación de fondo. Tras una primera instancia en que la Justicia hizo lugar a ese pedido, la Municipalidad apeló y logró que se concediera la apelación y dejando en suspenso la medida inicial y obligando al Nación a seguir pagando.  

“El Banco Nación debe seguir pagando hasta que se resuelva el fondo de la cuestión. Nosotros apelamos porque vemos dos cuestiones graves, primero el hecho de que no ingresen fondos de manera imprevista e inmediata y el segundo punto es la autonomía municipal. La autonomía municipal es un principio de suficiencia. Vos para ser autónomo tenes que tener los recursos suficientes y de ahí viene la atribución de poder cobrar tributos, pero tiene respaldo jurisprudencial. En definitiva, el municipio puede seguir trabajando en ese sentido y defender el derecho de autonomía del municipio. Los equipos técnicos están trabajando en la cuestión de fondo. Atacar una fuente de recursos propios pone en riesgo el funcionamiento del municipio”, señaló Lorenzatti.

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