Damasco, 19 dic (EFE).- La ONU ha asegurado que se ha iniciado la rehabilitación de instalaciones clave en zonas relativamente estables en Siria, sobre todo en la provincia de Alepo, donde las panaderías ya están casi a pleno rendimiento, casi dos semanas después de la caída del régimen de Bachar al Asad.
En Alepo, en el norte de Siria, «las panaderías están reanudando su actividad casi a pleno rendimiento, con 800 toneladas de harina horneadas diariamente por unas 160 panaderías públicas y privadas. Sin embargo, se siguen observando largas colas y aglomeraciones», indicó la Oficina de las Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) en las últimas horas.
En un informe, apuntó que «se ha iniciado la rehabilitación de instalaciones clave en zonas relativamente estables, incluida la restauración de hospitales en Homs y la reparación de carreteras en Alepo y en la periferia de Alepo».
En otras partes de Siria, como en las provincias mediterráneas de Tartús y Latakia, «las operaciones críticas seguían interrumpidas, a 17 de diciembre, debido a saqueos anteriores y a la inseguridad».
«En Hama, 30 instalaciones sanitarias, incluidos siete Centros de Salud Primaria, siguen sin funcionar. Se han robado existencias de insulina han sido robadas, dejando a los pacientes sin medicamentos esenciales, mientras que los vehículos ambulancia han sido dañados o robados», se apunta.
Por otro lado, indicó que en el noreste de Siria, «catorce instalaciones sanitarias, incluido un centro de operaciones de emergencia, siguen suspendidos debido al vandalismo, los saqueos y la falta de acceso. Muchas instalaciones sanitarias sólo mantienen servicios básicos debido a la grave escasez de productos farmacéuticos y suministros médicos».
La OCHA informó también de que la «situación sigue siendo desesperada para los 44.000 desplazados que se alojan en 263 centros colectivos de emergencia, lo que supone un aumento con respecto a los 220 centros de los que se informó hace sólo una semana».
Sin embargo, apuntó, «la mayoría de estos centros colectivos no tienen agua y saneamiento, y casi el 90% carece de servicios de gestión de residuos sólidos». EFE