SANTA FE.- El cura párroco de la localidad de Máximo Paz, Carlos José Sala, está internado en estado crítico tras haber recibido un disparo de escopeta el sábado a la noche. Permanece en la terapia intensiva del hospital de Villa Constitución con asistencia mecánica respiratoria y pronóstico reservado, dijeron ayer sus familiares.
Según informes policiales, el cura Sala, de 61 años, fue atacado por dos ladrones que lo sorprendieron cuando detuvo la marcha de su auto cerca del acceso a Santa Teresa, una localidad cercana a Máximo Paz.
Los primeros informes indican que el sacerdote se desplazaba en un Chevrolet Onix azul por la Ruta Provincial 90 cuando a la altura del acceso a Santa Teresa, cerca de unas vías y en un camino de ripio, se apeó del vehículo en la banquina para orinar. Fue en ese momento que aparecieron dos delincuentes armados con intenciones de robo. En el asalto abrieron fuego.
Según la reconstrucción del hecho, Sala, malherido, llegó como pudo hasta una estación de servicio de la zona para pedir auxilio a los playeros, que llamaron a la policía.
El sacerdote señaló que había forcejeado con los delincuentes que lo abordaron al bajar de su auto, en el que llevaba unos 80.000 pesos que, dijo, eran producto de las donaciones que recibe la Parroquia San Miguel Arcángel; añadió que no recordaba el momento en el que lo habían baleado.
La policía incautó del interior del auto de la víctima una bandolera y un maletín con dinero en efectivo. También, varias pastillas que serán enviadas a analizar. Los peritos también encontraron en la escena del ataque dos perdigones que habían quedado alojados en el costado izquierdo del motor del auto de Sala.
“Dos encapuchados intentaron robarle, el sacerdote se resistió y recibió un escopetazo”, afirmó a LA NACION una calificada fuente relacionada con la investigación.
El caso es investigado por la fiscal Analía Saravalli, del Ministerio Público de la Acusación (MPA) de los Tribunales de Villa Constitución, quien dispuso las primeras medidas investigativas, entre ellas, el relevamiento del auto en el que circulaba el cura.
Fuentes del caso dijeron que no se descarta que los atacantes supieran del dinero, pero que desistieron después de haber baleado al cura.
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