El clásico disputado en Mar del Plata entre Peñarol y Quilmes -los dos equipos de básquet más importantes de la ciudad- fue suspendido a solo dos minutos del final por un bochornoso cruce entre ambas hinchadas que desató una batalla campal.
El encuentro se dio en un contexto de partido de pretemporada, a pocos días del comienzo del campeonato. Ambos equipos no se enfrentaban hacía años debido a que Quilmes descendió de categoría en 2019 y Peñarol continuó en la primera división.
Como una muestra de fraternidad, se impulsó la Copa Juan Pablo Sánchez, un trofeo ya realizado en homenaje al histórico jugador que representó a ambos clubes y falleció en 2021 a los 37 años. Así, el Polideportivo Islas Malvinas se preparó para este 4 de octubre recibir un encuentro de amistad y de preparación, sin embargo, las cosas se salieron de los papeles.
El partido transcurrió sin percances. A pesar de ser un clásico que no se jugaba hacía mucho tiempo, ningún jugador ni integrante de ambos planteles calentó el cruce, sino que fue un verdadero amistoso. Ante la presencia de aproximadamente 4500 personas, el trofeo parecía tener un ganador y un show para para los espectadores.
Pero a apenas 2:32 minutos para el final -en lo que hasta el momento era victoria para Quilmes por 63 a 48- hinchas de ambos equipos comenzaron a pelear en las tribunas y desataron un nuevo episodio de violencia en la ciudad del partido de La Costa.
Lo que empezó con un cruce de entre 15 y 20 personas terminó con dos bandos a los golpes, tirándose butacas y corridas. Por este motivo, el árbitro suspendió el encuentro a poco del final y el trofeo no pudo entregarse.
Según informó el medio local Ahora Mar del Plata, en el escandaloso desenlace participaron simpatizantes, pero también intervinieron “barrabravas”.
Por su parte, la policía presente en el estadio intervino minutos después de que comenzara la batalla campal. Si bien el cruce comenzó con insultos de ambas hinchadas en una de las platea, las fuerzas de seguridad no actuaron, sino que lo hicieron recién cuando se desató la hecatombe, donde tiraron gases para separar el revuelo.
Desde los últimos años, Mar del Plata sufre hechos de violencia constantemente en lo que respecta a espectáculos deportivos. En marzo de este año se volvió a disputar el “clásico prohibido” del fútbol argentino -entre Aldosivi y Alvardo- después de 27 años. Se lo llama así por los antecedentes de enfrentamientos que poseen ambos equipos.
Si bien la ciudad quedó atenta al partido debido a que se advertían posibles incidentes, finalmente se desarrolló en tranquilidad e incluso con la presencia de hinchas locales.
En el caso del clásico marplatense de básquet, desde la previa se había advertido que la intención de la copa era disfrutar de un espectáculo en homenaje. Antes del partido se publicaron mensajes llamando a la tranquilidad y se realizó una conferencia de prensa amistosa.
LA NACION
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