Un gran apagón afecta la zona sur del Conurbano bonaerense y varios barrios de la Ciudad de Buenos Aires debido a la interrupción del servicio de Edesur en varios puntos. Hubo una falla en una central de generación de energía de la zona sur.
Usuarios de redes sociales reportaron cortes de luz en Quilmes, Avellaneda, pero también en Constitución y Caballito, lo que obligó al cierre preventivo de estaciones de subte.
Según estimaciones oficiales, el apagón que se produjo esta mañana dejó a inicialmente a 500.000 usuarios sin luz, aunque con el correr de las horas esa cifra bajó a 100.000. El problema eléctrico afectó a las estaciones de Edesur de Centenario, Villa Crespo, Liniers, I. Maciel, Shell, Sarandí, Don Bosco, Constitución, Maradona, Hernandarias, Barracas, Alsina, Piñeyro, Escalada, 9 de Julio, Gerli y Corina.
Según la prestadora, el apagón se produjo «por causas ajenas a la responsabilidad de la empresa«.
De acuerdo a la información suministrada por la empresa, «hubo una falla en una central de generación de energía de la zona sur». En la región metropolitana hay tres centrales térmicas, la denominada Puerto en zona norte y Costanera, y Dock Sud en la zona sur, que son las que proveen la energía a las compañías distribuidoras Edesur y Edenor.
La empresa agregó que el servicio estaría «casi todo normalizado». En la próxima hora terminará de recuperar el suministro en las regiones afectadas.
En amplias zonas de Villa Crespo y Almagro el corte provocó caos en las avenidas porque no funcionaba la mayoría de los semáforos.
Bomberos rescataron a varias personas que quedaron atrapadas en ascensores de edificios y hasta hubo choques por la falta de semáforos.
Conforme a lo informado por Bomberos de la Ciudad, «se asistió a vecinos de distintos barrios esta mañana que quedaron encerrados en ascensores debido a un apagón que afectó a una parte de la población».
Uno de los hechos se produjo en un edificio de 25 pisos en Gurruchaga al 200, en Villa Crespo, donde cuatro personas fueron liberadas luego de diversas maniobras de bomberos y personal de la Brigada Especial Federal de Rescate (BEFER).
El otro caso sucedió en Almagro donde un vecino fue asistido por «quedar atrapado en un ascensor entre el segundo y tercer piso de un edificio de nueve plantas en Acuña de Figueroa al 900».
Otro grupo de Bomberos acudió hasta un edificio de ocho pisos en Argerich al 1600, en el barrio de Villa Santa Rita, en el que una mujer quedó encerrada a la altura del cuarto piso.
«El restante servicio brindado tuvo lugar en un edificio de tres pisos en Defensa al 1100, en San Telmo, donde rescató a un residente», detallaron.
Energía eléctrica: por falta de inversión, se dificulta implementar un plan
iProfesional consultó a Alberto Calsiano, jefe del Departamento de Energía de la Unión Industrial Argentina (UIA); Jorge Lapeña, presidente del Instituto Argentino de Energía General Mosconi; y Daniel Montamat, ex secretario de Energía, con el objeto de contar con un panorama completo del estado del sistema eléctrico, los riesgos de colapso en el corto y mediano plazo y las tareas que se requieren para su fortalecimiento, a fin de no volver a atravesar riesgos similares en años venideros.
Luego de los anuncios sobre posibles cortes acordados con las grandes compañías industriales que formularan el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, y el secretario de Energía, Eduardo Rodríguez Chirillo, Calsiano planteó la necesidad que tiene el sector fabril de contar con «un plan más formalizado, para ir preparándonos, ya que la implementación no es tan sencilla como parece».
«Es fácil decir que una industria cambie los horarios, pero hay que sentarse con los sindicatos y diseñar un esquema que puede involucrar a centenares o miles de trabajadores, técnicos y personal de dirección, a lo que se suma que varias compañías disponen de un flujo de abastecimiento energético que no se puede alterar de un día para el otro», precisó.
Asimismo, indicó que los esquemas estímulo tarifario, con premios y castigos en función del ahorro en el consumo, debe quedar definido con la debida antelación para que las empresas sepan a qué atenerse.
Oferta y demanda, la advertencia ante picos de temperatura
El primer llamado de alerta tuvo lugar luego del Informe de Riesgo de la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Electrico (CAMMESA) que, en atención a las previsiones meteorológicas de un verano con temperaturas que podrían superar el promedio de los últimos años, proyectó la probabilidad de un pico de demanda del orden de los 30.700 Mw de potencia, superando el récord de 29.653 Mw que se registró a las 14:48 del 1° de febrero de este año.
Al respecto, Calsiano sugirió «no ponerse histérico por la palabra ‘riesgo’», al tratarse de un término habitual en esta clase de informes, pero al mismo tiempo puso sobre el tapete uno de los problemas centrales del mercado energético argentino: si el inventario de la potencia total es de cerca de 44.000 Mw, ¿qué riesgo podría representar un pico de demanda que en el peor de los casos alcanzaría al 70% de la oferta?
El problema pasa por la falta de inversión o, en palabras de Montamat, porque «hay mucha indisponibilidad de máquinas en el parque térmico». Calsiano lo planteó de una manera más cruda, al sostener que «los equipos viejos deberían ser declarados chatarra, pero en una emergencia pueden servir… la pregunta es si van a estar en condiciones de funcionar cuando se los requiera».
Pero además de las falencias del parque térmico, debe agregarse la salida temporaria del sistema de la central nuclear de Atucha I por tareas de reconversión, lo que implica no poder contar con 360 Mw, además de las previsiones de un menor caudal de los ríos que afectaría la generación de las centrales hidroeléctricas.
Si bien hay conversaciones con países limítrofes (especialmente Brasil, pero también Paraguay y Uruguay) para la importación de energía ante requerimientos de la demanda, Montamat puntualizó que esos aportes también estarán condicionados a la situación de cada uno de esos países.