NACIONES UNIDAS (AP) — El jefe de Naciones Unidas criticó duramente el miércoles al poderoso pero muy dividido Consejo de Seguridad de la institución en un encuentro de alto nivel y les acusó de falta de liderazgo para poner fin a las guerras en Gaza, Ucrania, Sudán y más allá.
“La paz requiere acciones. Y la paz requiere liderazgo”, dijo el secretario general, António Guterres, al consejo de 15 miembros encargado de garantizar la paz y la seguridad. “En su lugar, estamos viendo creciente desconfianza y divisiones geopolíticas”.
Señaló a reiteradas violaciones de la Carta de la ONU y del derecho internacional, conflictos cada vez más numerosos y letales y cómo los civiles pagan el precio más alto.
El consejo no ha podido tomar ninguna medida sobre Ucrania porque Rusia es un miembro con derecho de veto y una parte del conflicto, que invadió a su país vecino incumpliendo la Carta de Naciones Unidas, que requiere que todos los miembros garanticen la soberanía y la integridad territorial de todas las demás naciones.
Tampoco ha podido emprender medidas firmes sobre la guerra entre Israel y Hamás en Gaza debido a un estrecho aliado de Israel, Estados Unidos, otro miembro con derecho de veto. Y en lo referente a Sudán, hay diferencias entre distintos miembros que apoyan a los generales enfrentados en el país.
El secretario general dijo que la paz era posible en Ucrania, Gaza y Sudán si los miembros del consejo se unían y seguían la Carta de la ONU y el derecho internacional.
“Un consejo dividido no puede”, dijo. “Es imperativo que los miembros del consejo no ahorren esfuerzos para trabajar juntos en buscar terreno común”, como ha hecho al supervisar 11 operaciones de paz en tres continentes y autorizando ayuda humanitaria para zonas en crisis en todo el mundo.
Eslovenia, que ostenta la presidencia del Consejo de Seguridad este mes, eligió el tema “Liderazgo para la paz” para su cita durante la reunión anual de líderes mundiales en la Asamblea General de la ONU, e invitó a líderes de las 15 naciones del consejo.
La lista inicial de oradores tenía cinco presidentes y primeros ministros, seis ministros de exteriores, dos viceministros de Exteriores, la embajadora de Estados Unidos, que también aparecía como miembro del gobierno de Joe Biden, y un representante ruso.
A la misma hora que se reunía el consejo, Biden aparecía en “The View”, un popular programa matinal de entrevistas, mientras que la agenda del secretario de Estado, Antony Blinken, le situaba en una cumbre del Grupo de las 20 grandes potencias económicas poco después.
Mirjana Spoljaric Egger, presidenta del Comité Internacional de Cruz Roja, que trabaja en zonas en crisis del mundo, pidió un respeto renovado por el derecho internacional humanitario.
“Las guerras pueden librarse y ganarse cumpliendo la letra y el espíritu de la ley”, dijo al consejo.
Spoljaric dijo que Cruz Roja ve cómo los bandos enfrentados ignoran sus obligaciones del derecho internacional humanitario “para justificar violaciones, destrucción y trabas a la acción humanitaria”.
La expresidenta de Liberia, Ellen Johnson Sirleaf, ahora miembro del grupo de Los Ancianos de antiguos líderes globales fundado por Nelson Mandela, describió un panorama igualmente sombrío.
“Preservar la paz debería ser la responsabilidad principal de cualquier líder. Sin embargo, el liderazgo por la paz que el mundo necesita con desesperación es hoy una enorme ausencia”, dijo.
Los Ancianos han pedido medidas en tres cuestiones: que los líderes defiendan el derecho internacional, que la resolución de conflictos y la construcción de la paz sean “realmente inclusivas” y que el Consejo de Seguridad, “ampliamente considerado como ineficaz”, se reforme para abordar los desafíos del mundo en 2025 y en adelante, en lugar de convertirse en “una reliquia de 1945”, cuando se formó la ONU.
En un detalle más positivo, los 15 miembros del consejo aprobaron una declaración presidencial —un paso por debajo de una resolución vinculante— que reafirma los principios de la Carta de la ONU y reconoce la necesidad de adhesión universal a las obligaciones del derecho internacional y las resoluciones del consejo.
En el comunicado, el consejo subrayó “la importancia de mantener el multilateralismo”, la base de la ONU según la cual todos los países trabajan juntos. Y reconoció “que el espíritu que guio la creación de Naciones Unidas debe prevalecer e inspirar a la humanidad para persistir en la senda de la paz”.
Pero pese al acuerdo de los miembros del consejo sobre el grandilocuente comunicado, sus enormes diferencias eran evidentes en la reunión del miércoles.
El primer ministro británico, Keir Starmer, que hacía su primera comparecencia en la ONU, reconoció las fracturas y pidió una renovación del consenso internacional sobre la entrega de ayuda humanitaria. “Esto debería ser el mínimo más elemental, pero con demasiada frecuencia nos quedamos por debajo”, dijo.
También pidió el final de los combates en Gaza, Ucrania y Sudán y que aquellos que incumplen la Carta de la ONU rindan cuentas, afirmando que Rusia realizó “la mayor violación de la Carta en una generación” al invadir Ucrania.
La embajadora estadounidense, Linda Thomas-Greenfield, dijo que el consejo debe guiarse por la Carta de la ONU y tachó la invasión rusa de Ucrania de ataque directo a los valores fundacionales de la Carta.
“Desde que emprendió su invasión de plena escala, Rusia ha cometido atrocidad tras atrocidad”, dijo. El presidente (Vladímir) Putin sigue empeñado en redibujar por la fuerza las fronteras de un país soberano. Pero el pueblo ucraniano no ha cedido. Se han mantenido fuertes».
Por su parte, el viceembajador de Rusia, Dmitry Polyansky, dijo al consejo que “probablemente nuestro planeta no ha estado tan cerca de un conflicto global desde la crisis de los misiles de Cuba en 1962”.
Afirmó que el mundo ha terminado en una situación tan peligrosa porque Estados Unidos y sus aliados intentan mantener su dominio en el mundo a través de la OTAN y la Unión Europea, y se están arrastrando a sí mismos “a la guerra con Rusia para mantener a flote el proyecto antirruso en Ucrania”.
Polyanksy afirmó que las acciones militares rusas en Ucrania cumplen con la Carta de la ONU, afirmando que se está defendiendo y que sus fuerzas están ganando.
El viceembajador estadounidense, Robert Wood, respondió que la guerra de agresión rusa “fracasará, Ucrania prevalecerá y Rusia sólo tiene que poner fin a esta retórica desestabilizadora y amenazas nucleares”.