El ex asesor financiero del príncipe Alberto II de Mónaco, que el año pasado reveló los secretos de la fortuna de la dinastía Grimaldi, continúa bajo investigación policial después de haber permanecido varios días detenido tras haber sido acusado de actos de corrupción.
Claude Palmero se ocupó de las finanzas de la familia real de Mónaco (incluidas sus inversiones, sus propiedades y el palacio principal) desde 2001 hasta 2023, tal como su padre, André, lo había hecho para el príncipe Rainiero III de Mónaco dos décadas antes que él.
En 2023, Alberto II lo despidió después de haber sido mencionado por un misterioso sitio web anticorrupción. Unos meses después, diarios franceses publicaron los «cuadernos secretos» de Palmero, que detallaban los gastos de la familia real, con especial atención a la princesa Charlene, esposa de Alberto II.
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El asesor amenazó al príncipe Alberto con llevarlo ante las justicia por un despido que consideraba injusto.
Claude Palmero, hombre de confianza de Alberto II y «eminencia gris» del palacio durante dos décadas
Durante más de 20 años, Palmero se encargó de todo: gestionaba los asuntos financieros de la familia real, sus propiedades, sus inversiones y se ocupaba del palacio principal, de la imagen y de la prensa. El patrimonio de Alberto está valorado en 1.300 millones de dólares, lo que supone el 11,5% del PIB de Mónaco.
El asesor real –considerado la «eminencia gris» del palacio– recibía un salario fijo mensual de 12.000 euros, pero llevaba un estilo de vida que contrastaba con el lujo de Mónaco. «En Mónaco, todo el mundo conduce Rolls-Royce, Jaguar y Mercedes. Sólo Claude Palmero tiene un coche viejo», dijo una persona cercana a The Telegraph.
Durante todo ese tiempo, Palmero registró detalladamente todos los trabajos que hacía para Alberto II, en cuadernos que lo llevarían a la ruina.
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Su despido «fue muy repentino», dijo su abogada, Marie-Alix Canu-Bernard. «Se sintió completamente deprimido… era incomprensible». «Palmero amaba su trabajo. Era su vida, de hecho. Su vida era Mónaco; era el príncipe, la familia del Príncipe, ayudándolos y haciendo todo lo posible para protegerlos», agregó.
Palmero dice que las acusaciones, su despido del palacio y la posterior denuncia en su contra por corrupción fueron organizados por elementos «poderosos» del principado de Mónaco, donde la familia Grimaldi reina desde finales del siglo XIII.
«Hace tres años, alguien decidió ensuciar el nombre de Claude Palmero», dijo su abogada. «Al principio, el príncipe le dijo a Palmero: ‘Está bien, quiero ayudarte, es horrible, están mintiendo. Sé que estás limpio’. Y dos años después, el príncipe le dijo: «Estoy harto de todas estas historias y quiero que te vayas».
«Les Dossiers du Rocher» abrieron la Caja de Pandora en Mónaco: acusaciones, sospechas y despidos
El escándalo estalló en 2023, cuando el sitio web «Les Dossiers du Rocher», creado a fines de 2021, publicó una larga serie de acusaciones por corrupción hacia altos funcionarios, entre ellos, Palmero, el jefe de gabinete del príncipe, Laurent Anselmi, el abogado Thierry Lacoste y el presidente de la Corte Suprema, Didier Linotte.
Los hombres, conocidos como el «G4», fueron acusados de orquestar actos de corrupción relacionados con transacciones inmobiliarias multimillonarias, acusaciones que los cuatro niegan vehementemente.
El sitio web decía que los cuatro funcionarios habían manipulado el mercado inmobiliario en Mónaco, algo que los cuatro niegan vehementemente y afirman que los documentos son falsos.
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Al principio, Alberto II apoyó a sus confidentes más cercanos, pero comenzó a distanciarse de ellos a medida que surgieron nuevas revelaciones.
«Cuando surgen preguntas, hay que saber cómo cambiar a la gente que te rodea para encontrar de nuevo el camino correcto y escribir una nueva página en tu historia… Si la confianza se evapora, ya no podemos trabajar juntos«, dijo Alberto.
En una purga palaciega sin precedentes, en junio de 2023 el príncipe no sólo despidió a Anselmi y Lacoste, sino también a Palmero, en quien la familia real había depositado siempre su confianza, y al juez Linotte, amigo de la infancia.
Considerando que su despido era injusto, Palmero demandó a la familia real, acusándola de abuso de poder, intento de extorsión y robo. Dijo que su expulsión le había causado «inmensos daños morales, perjuicios y alteración de las condiciones de vida».
Después el ex cortesano recurrió al Tribunal Europeo de Derechos Humanos, alegando que no era posible conseguir un juicio justo en el principado. El caso aún está en curso.
Ahora, la policía de Mónaco está investigando a Palmero para saber cómo sus cuadernos llegaron a manos de la prensa francesa.
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El 11 de septiembre, Palmero –que ahora trabaja como consultor financiero freelance en Mónaco– fue llevado a una comisaría y fue interrogado durante cuatro horas bajo sospecha de «violación del secreto» profesional.
«Es importante recordar que Palmero mantiene que no entregó los cuadernos a nadie, y los periodistas de Le Monde me dijeron que los consiguieron de ‘una fuente que trabaja en la justicia’», explicó Eilidh Hargreaves, directora de reportajes de la revista Tatler, que investiga a la élite monegasca.
«Un diplomático que vive allí me dijo que la gente está ‘acostumbrada a este tipo de cosas, siempre hay escándalos en Mónaco«, agregó.
Los cuadernos de Palmero: ¿la «vendetta» del ex asesor de confianza de la familia Grimaldi?
En enero de 2024, los periódicos franceses Le Monde y Libération publicaron extractos de los «cuadernos secretos» de Palmero, las anotaciones que tomó sobre los trabajos realizados para la familia real durante sus más de veinte años en el palacio.
Las bitácoras –que el abogado de Palmero dice que no facilitó a la prensa– afirman que Alberto II gasta millones de dólares provenientes de una cuenta bancaria francesa secreta para pagar a sus antiguas amantes y a los hijos nacidos fuera del matrimonio.
Alberto II reconoció hasta ahora a dos hijos nacidos antes de su matrimonio con la princesa Charlene: Jazmin Grimaldi, de 31 años, y Alexandre Coste-Grimaldi, de 20, que según los diarios de Palmero reciben más de 450.000 dólares al año cada uno.
Según Le Monde, Jazmín (hija de la agente inmobiliaria estadounidense Tamara Rotolo) recibe el pago cada tres meses y además su padre le entregó un costoso departamento en Nueva York. También dice que el príncipe paga un seguro contra secuestro y rescate de Alexandre (hijo de la ex azafata Nicole Coste).
Palmero también escribió que en 2012 supervisó la «Misión K», que consistía en sobornar a una mujer que supuestamente tenía fotografías comprometedoras del príncipe Alberto.
El diario Libération aseguró que Alberto II tenía una cuenta en el banco francés BNP bajo el nombre AG («Alberto Grimaldi») cuyos fondos serían utilizados para pagar a sus antiguas amantes e hijos sin que su esposa lo supiera.
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Los extravagantes gastos de la princesa Charlene, expuestos al público en los cuadernos de Palmero
Los diarios también hablaron de la princesa Charlene, apuntando que recibe una asignación de alrededor de 1,5 millones de dólares al año pero siempre está en deuda a causa de sus enormes gastos.
En las páginas de su diario, Palmero anotó que el contador del príncipe Alberto le dijo: «¡Es una locura! Ya no tengo control sobre los gastos de la princesa».
Los documentos filtrados a los medios franceses también acusaban a la familia real de contratar a inmigrantes ilegales como niñeras de bajo costo para los hijos de Charlene (Jacques y Gabriella) y de utilizar las joyas del tesoro de la monarquía como posesiones personales.
En una carta escrita en enero de 2017, Palmero dijo que una empleada de Filipinas había estado «ilegalmente durante cinco años» en Mónaco, a pesar de tener una visa de turista de un mes. En el palacio «le pagan 100 euros al día, lo cual está fuera de escala«, escribió.
En diálogo con la revista francesa Paris Match, en marzo de este año, Alberto II dijo que su familia y los ciudadanos de Mónaco lo apoyaron incondicionalmente después de las revelaciones de Palmero.
«Afortunadamente, toda mi familia está ahí para mí, colmándome de su afecto, tanto mi familia inmediata como la familia extendida de Mónaco», dijo. Pero agregó que la princesa Charlene «está muy molesta por mí y entristecida por ciertas cosas que salieron a la luz en los medios».