Fue a ver a Talleres a Ecuador y se contagió dengue: el calvario del hincha que estuvo al borde de la muerte

Federico Franz, un apasionado hincha de Talleres, vivió una experiencia que puso a prueba su fuerza interior. Viajó a ver a su equipo a Guayaquil, en Ecuador, y allí se contagió de dengue hemorrágico. En una entrevista con TN, relató su viaje lleno de obstáculos y la increíble muestra de solidaridad de la gente que lo llevó de regreso a casa.

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“Estoy mejorando día a día”, fueron las primeras palabras de Franz al describir su situación actual. Después de haber sufrido los estragos del dengue, acompañado de una úlcera esofágica, su historia es un testimonio de coraje y fortaleza.

Federico viajó a Ecuador con un objetivo claro: ver el partido de su equipo de toda la vida, Talleres, en la segunda fecha de la Copa Libertadores contra Barcelona de Guayaquil. A pesar del empate de la T, el encuentro le dejó a Federico una marca imborrable.

Lo que debería haber sido un viaje de alegría y emoción, se convirtió en una lucha desesperada por su vida. “Fue algo horrible: el dolor y la mezcla de sentimientos te devoran anímicamente”, recordó.

“Los gritos de euforia me descompensaron”

Federico Franz le contó a TN la crónica de su travesía desde Córdoba hasta Ecuador, un viaje que emprendió junto a cuatro amigos en un auto a gas. La estrategia era clara: llegar a Chile, donde el avión es considerablemente más barato, y desde allí volar hacia Guayaquil. “De Santiago fuimos en avión a Lima, Perú, y de ahí por último a Ecuador”, explicó.

Llegó el día del partido. Talleres iba a enfrentar a Barcelona en Ecuador y Federico ya estaba mal. “Estuve todo el día en la cama y me levanté a la noche para ir al estadio porque había hecho lo imposible para viajar”.

“Desde el primer momento que vomité sangre, temí por mi vida”, admitió. El temor lo invadió: “Tenía mucho miedo, les decía a mis amigos que no quería morir en Ecuador”.

A pesar de sus dolores, Franz logró presenciar el partido del club de sus amores, aunque su salud se deterioró debido a la intensidad de las emociones. “Los gritos de euforia provocaron que me descompensara”, reconoció, recordando cómo vivió ese momento.

La intervención rápida de sus amigos en la tribuna fue crucial. A pesar de estar encerrados en el estadio por protocolo, lograron movilizar ayuda médica y garantizaron el traslado de Federico a la Clínica Panamericana de Guayaquil. “De no ser por eso, probablemente no estaría aquí para contarla”, afirmó, agradecido por la rápida intervención de sus compañeros y el equipo médico.

El arduo camino hacia la recuperación y una ayuda crucial

La situación se volvió crítica cuando una úlcera en su esófago, combinada con el dengue y la deshidratación, llevaron a Federico al borde del abismo.

El camino hacia la recuperación fue arduo y costoso: Franz se encontró en una situación complicada al descubrir que su seguro de salud no cubría los gastos médicos fuera de los países limítrofes. “Me cobraron todo”, comenzó.

“Fueron 2.067 dólares solo por estar tres días en una cama. Un té de desayuno me costaba cinco dólares, un suero 15 dólares, y la visita del médico para diagnosticarme era 90 dólares”, relató Franz, lamentando cada uno de los gastos.

Sin embargo, la solidaridad no tardó en llegar. Gracias a la intervención de la madre de un amigo y a la movilización de la gente de la T, Franz recibió el apoyo necesario para cubrir los costos de su tratamiento y regresar a casa. “La gente común fue fundamental para que fuera posible”, destacó, agradeciendo el amor y la generosidad que lo salvaron en su momento de mayor necesidad.

El viaje también estuvo marcado por la preocupación por su familia, especialmente por su hijo recién nacido, Salvador, que acababa de cumplir tres meses. La distancia se hizo aún más difícil cuando Fede lo veía por videollamada, estando internado en la clínica. “Me quebraba al verlo”, recordó.

La colecta de la gente, la ayuda de Talleres y el “milagro”

El viaje de regreso a Córdoba de Fede Franz se convirtió en una verdadera odisea después de contraer dengue durante su estadía en Ecuador. Su situación, desesperada y compleja, captó la atención de la gente gracias a la intervención de la madre de un amigo, quien trabajaba en el área de Publicidad del medio LV3. La difusión de su caso rápidamente se hizo viral, desencadenando una ola de solidaridad que jugaría un papel crucial en su regreso a casa.

La gente se movilizó en una campaña de apoyo, mientras que el club Talleres de Córdoba, a través de su sponsor, se encargó de cubrir el 50% de los gastos de internación. El resto de los fondos recaudados se destinaron a cubrir los costos hospitalarios y el pasaje aéreo directo a Córdoba, una necesidad urgente dado que los médicos le habían prohibido a Franz realizar cualquier tipo de viaje por tierra debido a su delicada condición.

Sin embargo, los costos fueron abrumadores. “Fue una locura el precio: no llegamos con todo eso y tuve que pasar la tarjeta por 560 dólares que faltaron”, relató Franz sobre los esfuerzos financieros necesarios para asegurar su regreso.

El costo total del tratamiento médico y el viaje de regreso ascendió a más de tres mil dólares, una suma que solo se pudo pagar gracias al apoyo de la gente y la ayuda de Talleres. Fede Franz describe todo lo sucedido como “un milagro”.