Vanina vivió una noche de terror el jueves de la semana pasada mientras intentaba cerrar el portón luego de guardar el auto en su casa de Morón. En ese momento, llegaron dos delincuentes a bordo a pie, se bajaron y la amenazaron con armas de fuego.
“¡No, no, no!”, se escuchó gritar a la mujer en el video de una cámara de seguridad privada mientras se ve cómo intenta resistir el robo. En ese momento, uno de los delincuentes le apuntó con un arma en la cabeza, la tomó de los cabellos e hizo que se arrodillara.
“Fue un momento horrible el que viví. No te esperás una cosa así. La violencia con la que se dirigía a mí. Me decía: ‘Te quemo, te quemo. Agachate.’ Yo peleé un poco porque eran mis cosas las que me estaban robando. No sé qué me pasó en ese momento que sentí que podía enfrentarme sin medir las consecuencias de lo que podía suceder”, dijo este lunes en una entrevista con el canal Telefé.
Vanina luego recordó otro hecho de inseguridad del que fue víctima: “Yo ya sufrí un robo en un comercio que yo tenía en Morón. Ahí también enfrenté al chorro, pero algo así tan drástico como esto es la primera vez”.
En la puerta de su casa, situada en Humahuaca al 2700, a solo tres cuadras de la Base Aérea de Morón, detalló: “Mi esposo es el que sale y es el que se encargaba de abrir y cerrar el portón de casa. Él me decía que no los persiguiera, que los dejara que se llevaran el auto. Yo quería sacar mi documentación de la mochila que estaba dentro del auto”.
En otra entrevista con el canal América Noticias, sumó: “Nosotros hicimos lo posible para poder tener un portón que se pueda abrir y cerrar rápido. Queríamos cuidar nuestro medio de transporte. Mi esposo lo hizo para trabajar. Si lo dejás en la vereda te lo dañan también. Es la primera vez que nos pasa un caso así en la casa. Hace 7 meses a mi hijo de 17 años le robaron cuatro delincuentes a la salida de la escuela. Le sacaron la mochila y el celular”.
Sobre cómo eran los delincuentes, recordó: “No eran menores. Deben haber tenido unos 20 años, pero ya tenían la cabeza quemada. Me di cuenta por la manera que hablaban. No hablaban como una persona normal”.
“Yo escucho que siempre dicen que tenés que dar todo, que tuve suerte de que no me pasó nada. Pero yo ya estoy cansada de conformarme con eso”, se lamentó Vanina y sumó: “Un vecino se fue a perseguirlos en una moto, pero los perdió. Desde el jueves a la noche, que pasó esto, no tuvimos novedades. No era un auto de alta gama. Era un auto común, un 308 gris”.
“El auto no apareció, ya llevamos cinco días. Tenemos un centro de monitoreo gigante acá en Morón, pero nadie hizo el seguimiento del auto. Tenemos cámaras para las multas, sin embargo, el auto no aparece”, cerró la víctima.
LA NACION