PUERTO PRÍNCIPE.- Un grupo integrado por cientos de presos escapó el sábado de la cárcel nacional de Puerto Príncipe, la principal prisión de Haití, luego de un asalto de bandas armadas que irrumpieron en las instalaciones penitenciarias durante la noche, y el domingo otro grupo se fugó de la prisión civil Croix des Bouquets, según medio locales, en nuevo episodio que fomenta la espiral de violencia en este país al borde de convertirse en un estado fallido.
”El sábado por la noche, un grupo de delincuentes tomó por asalto la penitenciaría nacional de Puerto Príncipe y permitió la fuga de un número indeterminado de detenidos”, escribió la embajada de Francia en la capital haitiana en un comunicado.
La embajada hizo un llamado a la “prudencia” y a evitar los “desplazamientos”.
A su vez, el Sindicato de la policía nacional de Haití pidió a aquellos agentes policiales y a los militares que cuenten con automóviles, armas y municiones que acudan a la prisión para reforzar la seguridad, según un mensaje en creole publicado en la red X.
Entre los prisioneros que escaparon hay “importantes miembros de bandas muy poderosas”, reportó el diario Gazette Haiti.
Delincuentes comunes, jefes de bandas y también los acusados por el asesinato en 2021 del presidente Jovenel Moïse se encontraban detenidos en la cárcel nacional, ubicada a pocas cuadras del Palacio Nacional, refirió el diario Le Nouvelliste.
Desde el jueves los asaltantes espiaban con drones esa prisión, la principal del país, añadió el medio.
El domingo, el medio Gazette Haití reportó que “mientras todas las miradas estaban puestas en la fuga de la Penitenciaría Nacional, los bandidos atacaron alrededor de las 3 de la madrugada la prisión civil de Croix de Bouquets y liberaron a un número importante de presos”.
“Las bandas 400 Mawozo y Chen Mechan son los principales perpetradores”, puntualizó el medio local. “Querían, entre otras cosas, liberar a algunos ´soldados importantes´”, confirmaron fuentes policiales al diario.
Los ataques dejaron cinco muertos en la principal prisión del país y por lo menos un oficial herido en la segunda cárcel.
Puerto Príncipe está sometida desde el jueves a violentos ataques de las pandillas que afirman querer la renuncia del primer ministro Ariel Henry, quien se encuentra fuera de la capital, según Le Nouvelliste.
Las bandas, agrupadas bajo el lema “Vivir juntos”, realizan ataques coordinados en Puerto Príncipe en contra de lugares estratégicos como la cárcel, el aeropuerto internacional y varios edificios policiales.
El domingo por la mañana, se podían ver los cadáveres baleados de tres personas tirados en el suelo cerca de la entrada de la prisión más importante, que estaba abierta de par en par, sin guardias a la vista. En los patios de la prisión, usualmente hacinados, había sandalias de plástico, ropa y ventiladores eléctricos. En otro vecindario, los cuerpos ensangrentados de hombres, con las manos atadas a su espalda, estaban boca abajo, mientras los residentes pasaban frente a puestos de control de vial erigidos con neumáticos en llamas.
Los agentes que se encontraban dentro de un único vehículo de policía estacionado afuera de las instalaciones se negaron a decir qué había sucedido.
Arnel Remy, un abogado de derechos humanos que dirige una organización sin fines de lucro que trabaja dentro de las prisiones, dijo en X, antes Twitter, que menos de 100 de los casi 4000 reos recluidos en las instalaciones permanecen tras las rejas.
Entre los que optaron por quedarse se encuentran 18 exsoldados colombianos acusados de trabajar como mercenarios en el asesinato del presidente haitiano Jovenel Moise en julio de 2021. La noche del sábado, en medio de los disturbios, varios de los colombianos compartieron un video pidiendo urgentemente por sus vidas.
“Por favor, por favor ayúdenos… Están masacrando la gente indiscriminadamente dentro de la celda”, dijo uno de los hombres, Francisco Uribe, en un video de 30 segundos ampliamente compartido en las redes sociales.
El domingo, Uribe le dijo a The Associated Press: “No me fugué porque soy inocente”.
Ante la falta de información oficial, los familiares de los presos se apresuraron a la prisión para tratar de encontrar a sus seres queridos. “No sé si mi hijo está vivo o no”, dijo Alexandre Jean mientras revisaba las celdas. “No sé qué hacer”.
La violencia parecía ser generalizada. Varios vecindarios reportaron tiroteos. La emisora Radio Caribe fue alcanza por varios proyectiles durante la jornada del sábado. Afortunadamente, no se reportaron víctimas, según medios locales.
La Policía Nacional de Haití cuenta con aproximadamente 9000 agentes para brindar seguridad a más de 11 millones de personas, según la ONU. Los agentes suelen verse abrumados y superados en armas por las poderosas pandillas, que se estima controlan hasta el 80% de Puerto Príncipe.
Como parte de esta espiral de violencia, ya han muerto desde el jueves 7 policías a manos de pandilleros en ataques a comisarías y penitenciarías.
Agencias AFP y AP
LA NACION