Los gobernadores aceptan la convocatoria de Javier Milei, pero rechazan firmar un pacto a libro cerrado

CÓRDOBA.- La respuesta inmediata, la que sale a boca de jarro, es “sí”. Pero a continuación, la mayoría de los gobernadores admite que deben “procesar” la convocatoria de Javier Milei a un “gran pacto político”, que lanzó el viernes en medio de críticas a la dirigencia política. El Presidente invitó a firmar y “aprobar” su ideario de diez puntos, pero los mandatarios provinciales quieren ver la “letra chica” y aportar sus posiciones. Además, quieren que la convocatoria para iniciar el diálogo sea en el “corto plazo”. Desde las provincias recuerdan en que, a partir de mañana, la agenda del Congreso ya la dejaba de manejar el Poder Ejecutivo y, en sesiones ordinarias, la oposición podía lograr los dos tercios para aprobar sus propios proyectos y fijarle límites al Gobierno. La convocatoria de Milei abrió una tregua.

La nueva línea de largada presenta, como en diciembre, a un grupo importante de “dispuestos al diálogo” pero “no a la adhesión sin discusión”. Los casi tres meses transcurridos aportaron desconfianza mutua y distanciamiento; en el tiempo que falta hasta el 25 de mayo el desafío es reconstruir el vínculo. Eso, en medio del ajuste que les viene aplicando la Nación y de la caída de la recaudación propia, significa una “eternidad” para las provincias.

A horas de la asamblea legislativa, la primera definición de los gobernadores es que tratarán de consensuar una posición común en temas vinculados al federalismo pero, sin liderazgo, ninguno atina a plantear que habrá un accionar en conjunto. Un punto a favor que remarcan es que el ministro Luis Caputo se sumará como interlocutor, lo que desde las provincias siempre se remarcó ya que su par de Interior, Guillermo Francos, no tenía poder propio en las negociaciones.

“Hay que hablar de plata; tiene que estar Caputo -subraya un mandatario de la región centro-. Ya vivimos lo de hacer un paso al frente y dos para atrás. El Ministro tiene que aceptar que el ajuste no puede ser solo con recursos de las provincias; lo venimos diciendo desde diciembre”. En los últimos días, hubo incluso una suerte de “apagón” de contactos de los gobernadores con la Casa Rosada, como una manera de demostrar que pueden resistir.

En el decálogo del libertario figura la rediscusión de la coparticipación, cuya ley es de 1988. La necesidad de una nueva norma fue precisada en la reforma constitucional de 1994 y debía estar lista dos años después. La dificultad siempre fue que para modificar el reparto de fondos se requiere del acuerdo de todas las provincias. “Una tarea casi imposible”, precisa el mandatario que está al frente de un distrito que pone más de lo que recibe.

El ministro de Economía, Luis Caputo, abraza a el presidente, Javier Milei, luego de inaugurar el período de sesiones ordinarias del Congreso Nacional. Hernan Zenteno – La Nacion

En el peronismo, el tucumano Osvaldo Jaldo – ya se había desmarcado con bloque propio en el Congresoadelantó que acompañará la convocatoria de Milei. El también “dialoguista” Raúl Jalil (Catamarca), decidió esperar. El pampeano Sergio Ziliotto posteó: “El diálogo es la base de la política. Pero el diálogo se construye a partir del respeto. Y los acuerdos devienen del consenso, no de la imposición. No se construyen consensos pretendiendo poner de rodillas al otro, agrediéndolo y quitándole lo que le pertenece y debe defender”. El bonaerense Axel Kicillof mantuvo el silencio, pero su pensamiento es cercano al de Ziliotto, igual que el de Gildo Insfrán y el riojano Ricardo Quintela.

Martín Llaryora -uno de los más castigados por Milei, que terminó eligiendo a Córdoba como sede del “pacto”- fue el primero en decir públicamente que “mayo queda muy lejos” a la vez que pidió ampliar la convocatoria a “productores y trabajadores” para que expresen qué necesita la Argentina.

“Con los tiempos de la política argentina, hasta mayo es como si faltaran 20 años”, se sincera un mandatario peronista. Ese grupo, junto con algunos gobernadores de fuerzas provinciales, podría continuar con su objetivo de coordinación con el Congreso; venían trabajando para lograr una sesión especial y asignar fondos para las provincias.

En las próximas semanas, tanto los dirigentes provinciales como Milei medirán sus fuerzas. El libertario apuesta a que la necesidad de recursos “ablande” a los gobernadores; marzo será en términos de actividad, peor que los dos primeros meses del año. Los mandatarios -de todos los sectores- interpretan que el Presidente sintió el “impacto” de la rebelión patagónica y, aunque pareció que iba a redoblar la presión, terminó “convocando a todos, incluso a los kirchneristas”.

En Juntos por el Cambio (JxC) los apoyos, hasta ahora, fueron individuales. No están preparando un documento conjunto. Pese a la arremetida de Milei contra el radicalismo y el tiro por elevación al exgobernador jujeño Gerardo Morales. El chaqueño Leandro Zdero y el mendocino Alfredo Cornejo salieron a apoyar la convocatoria, sin una sola mención al ataque; el jujeño Carlos Sadir hasta ahora optó por el silencio.

Los del PRO salieron a respaldar, aunque hubo quienes, implícitamente, colaron sus reclamos. El chubutense Ignacio Torres -quien lideró el mayor enfrentamiento de las provincias con la Casa Rosada- usó sus redes sociales para adelantar: “Coincidimos en el norte de los ejes planteados, con diálogo y respeto por el federalismo”. En la misma línea se expresaron Rogelio Frigerio (Entre Ríos), Marcelo Orrego (San Juan), Maximiliano Pullaro (Santa Fe), Luis Poggi (San Luis). Varios de ellos, en sus propias aperturas del año legislativo provincial enfatizaron que “siempre defenderían” los intereses de sus conciudadanos.

Estos gobernadores sostienen que los diez puntos planteados por Milei fueron parte de su campaña, por lo que “apoyan” el llamado. También resaltan que venían reclamando instancias de diálogo desde el comienzo. Es un “ganar-ganar”, grafica un allegado a Frigerio. “No hay precisiones de nada; ni de cuándo será reunión con Caputo y Francos ni de con qué puntos” de la ley ómnibus y el acuerdo fiscal, añaden.

“Acompaño la propuesta del Presidente de sentarnos a dialogar para buscar respuestas a los enormes desafíos que enfrentamos como Nación y procurar firmar un gran Acuerdo Nacional, que es también lo que junto a varios gobernadores propusimos”, indica el salteño Gustavo Sáenz, quien hace una semana advirtió que para que haya diálogo, Milei debía aceptar”.

La mirada general es que, aunque el Presidente quiera “presentar como una victoria” su actitud, en realidad “cedió y cambió” porque las complicaciones eran “crecientes”. Admiten que, a lo mejor, no los escuchó a ellos, pero el mercado y el FMI -que “también habla” con los gobernadores- le ratificaron que “sin” los gobernadores es “imposible”.

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