Mirtha Legrand está picante. La gran diva de la televisión argentina no se guarda nada, y así como no tiene problemas en realizarle algunas preguntas a sus invitados que otros entrevistadores jamás harían, dispara comentarios fuertes sin ponerse colorada. Así sucedió durante la última emisión de La noche de Mirtha cuando Jimena Monteverde la invitó, cómplice, a ver Sex al teatro. “¡Vos sos una degeneradita!”, reaccionó la Chiqui, sn vueltas.
El divertido ida y vuelta sucedió luego de que la cocinera del envío presentó los platos que los invitados iban a degustar durante la noche. Sentada a la izquierda de la conductora estaba Diego Ramos, uno de los protagonistas de la obra teatral escrita y dirigida por José María Muscari. “¿Vamos Mirtha a ver Sex?”, preguntó Monteverde y lo señaló al actor. “Yo no. Nooo”, respondió de inmediato. “Yo no fui, vamos las dos”, insistió Monteverde. “No, no, ¡sos medio degeneradita vos!”, exclamó Legrand, y despertó las carcajadas de todos en la mesa.
“¡Ver a un hombre desnudo! Aunque sea Diego Ramos. No, yo no”, explicó Mitha su postura tan determinante. “¿Cómo lo invitás después a la mesa, otra vez?”, intentó ayudarla Coco Sily. “¿Cómo vengo yo?”, acotó Ramos. Luego de su rotunda negativa, Legrand quiso saber un poco más de la participación del actor en Sex. “¿Salís completamente desnudo vos? ¿De frente o de espalda?” “De frente y de espalda. De los cuatro lados”, respondió. “No tiene drama. Yo estoy comiendo con él y le conozco todo”, se sumó a la charla Rocío Oliva, quien sí disfrutó del espectáculo. “A veces me cruzo con gente que me dice ´yo te vi ayer´ y yo me imagino como me vio, en el medio del supermercado. No da”, reveló Ramos. “¿Pero vos te arrimás a las mesas?”, continuó Legrand, intentando entender lo que sucede en el teatro. “No, pero estamos muy cerca. Sí”, despejó el actor la duda de la diva.
Sex volvió a convertirse en tema de conversación en la mezasa cuando Legrand le consultó al actor por su vida. Luego de explicar que sus padres y sus tías fueron muy teatreros, que les gustaba mucho ir al cine, que desde muy chico disfrutó de los espectáculos, que estudió teatro con varias reconocidas actrices –Berta Goldenberg Luisina Brando, Edda Díaz y Roxana Randón– y que su familia siempre lo apoyó y los vio en todos sus trabajos, contó por qué ninguno de ellos fue a ver la obra de Muscari. “A Sex no fue nadie porque me da vergüenza. Es lo único que me da vergüenza. Me da como algo”, aclaró. “No me gusta cuando a Sex me va a ver alguien que yo conozco”, completó.
Tras contar que se trata de un show erótico Mirtha, a quien le gusta mucho ir al teatro, volvió a dejar en claro su postura. “No cuenten conmigo. Perdón, Muscari se puede molestar, pero es una posición personal mía”, cerró el tema.
De tal madre…
Como Mirtha, Marcela Tinayre también plantó posición frente a la obra de Muscari: el año pasado, cuando estaba al mando de Polémica en el bar, también aseguró que no estaba en sus planes ir a ver Sex. Con Adabel Guerrero como invitada, Tinayre y la actriz comenzaron a charlar sobre el espectáculo. “Es impresionante”, comentó la vedette con emoción, a lo que Marcela acotó: “No, no. Cada vez que lo veo a José, le digo: ‘Que maravilla’”. “¿Lo fuiste a ver?”, quiso saber Guerrero. “No”, respondió tajante Tinayre y agregó: “Él me dice todo el tiempo. Pero yo le digo como dijo Marcelo Tinelli el otro día: ‘No me gusta que me pongan la cho… en la cara’”. Tras el exabrupto, todos comenzaron a reír y Flavio Mendoza acotó en broma: “Por eso vamos tus amigos para ponernos adelante”.
“Este no es el horario de la noche. Estamos al mediodía. La gente está comiendo”, le remarcó Gabriel Schultz. Luego, Guerrero intentó desviar el momento incómodo y comentó que la obra no era “tan así” y que es hecha con humor. En medio de las aclaraciones, Marcela señaló a su compañero y le preguntó en tono irónico: “Bueno, ¿cómo se le dice entonces? ¿La piroluchi?”. Tras ese descuido, la conductora rápidamente cambió de tema y concluyó: “Tengo a todos mis amigos, mi nieta, mi hija, todo el mundo fue y lo pasó espectacular”.
LA NACION